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Moáis en la Isla de PascuaPxhere

Un estudio descarta que sobrepoblación haya causado el colapso de la Isla de Pascua

Durante décadas, los científicos han buscado explicar la desaparición de la civilización que creó los famosos moáis, gigantescas esculturas antropomorfas de piedra

Un estudio reciente sobre el cultivo de camotes en la Isla de Pascua ha desmentido la teoría de que hubo una sobrepoblación que llevó al «ecocidio» de los primeros habitantes polinesios de ese remoto territorio chileno del Pacífico. Publicada por la revista Avances Científicos de la Universidad de Columbia, la investigación concluye que la civilización Rapa Nui, nombre nativo de la isla, nunca alcanzó niveles insostenibles que provocaran su colapso.

Los autores del estudio sostienen que los polinesios que llegaron hace aproximadamente mil años a la isla, situada a 3.700 kilómetros de la costa chilena, encontraron maneras de adaptarse a las severas limitaciones del entorno. Mantuvo una población pequeña y estable durante siglos, lejos de la sobrepoblación anteriormente estimada.

El análisis se basa en un inventario detallado de los ingeniosos huertos rupestres donde los rapanuis cultivaban camotes, un alimento esencial en su dieta. Según los investigadores, la capacidad de estos cultivos solo podía sostener a unas 2.000 o 3.000 personas, la cantidad que encontraron los europeos en el siglo XVIII. Esta cifra contrasta con las estimaciones previas de 17.500 a 25.000 personas, basadas en la necesidad de mano de obra para esculpir los famosos Moáis, gigantescas esculturas antropomorfas de piedra.

Durante décadas, los científicos han buscado explicar la desaparición de la civilización que creó estos monolitos. Dylan Davis, investigador principal del estudio y postdoctoral en arqueología en Columbia, señaló en un comunicado que «la población nunca podría haber sido tan grande como algunas de las estimaciones anteriores». La investigación muestra que los habitantes fueron muy resilientes, modificando su entorno de manera que les permitió subsistir con recursos limitados.

La Isla de Pascua, formada por roca volcánica, es posiblemente el lugar habitado más remoto de la Tierra y uno de los últimos en ser colonizado. Se cree que los colonos llegaron desde las Islas Cook, situadas a unos 5.000 kilómetros al oeste, alrededor del año 1200.

Para proteger sus cultivos de las condiciones adversas, los primeros pobladores emplearon una técnica denominada «jardinería de roca» o «acolchado lítico», que consiste en esparcir piedras sobre las superficies bajas para proteger los cultivos de la niebla salina y el viento. Esta técnica también ha sido utilizada por indígenas de Nueva Zelanda, las Islas Canarias y el suroeste de Estados Unidos.

Con la ayuda de inteligencia artificial, los investigadores estudiaron los jardines rocosos y sus características durante cinco años. Carl Lipo, arqueólogo de la Universidad de Binghamton y coautor del estudio, añadió que las pruebas basadas en la datación por radiocarbono de artefactos y restos humanos no respaldan la idea de grandes poblaciones. Actualmente, la Isla de Pascua es habitada por unas 8.000 personas y recibe alrededor de 100.000 turistas cada año.