Millones de medusas 'huevo frito' infestan el Mar Menor: ¿qué riesgos suponen?
Esta medusa alcanza densidades muy elevadas durante los meses de julio y agosto, tiene un ciclo de vida de entre dos y seis meses
El baño no está siendo fácil para muchas personas que han decidido acudir al Mar Menor –una laguna costera de agua salada del mar Mediterráneo, situada en la Región de Murcia– para pasar sus vacaciones o sus fines de semana.
El aumento de la temperatura del agua y su mayor transparencia están favoreciendo la proliferación de la medusa Cotylorhiza tuberculata, conocida como medusa huevo frito debido a su aspecto característico. Las poblaciones de medusas en el Mar Menor no son una novedad, ya que su presencia ha sido constante desde mediados de la década de los 90, y en algunos periodos, muy notable. En 2016, las medusas desaparecieron o se encontraron en niveles bajos debido al oscurecimiento de la columna de agua, que impedía que la luz llegara al fondo marino, provocando la muerte de estos organismos.
Esta situación se ha mantenido en los últimos años hasta que, en 2021, se empezó a observar una «tímida recuperación» de las poblaciones de medusas, más evidente en 2022. En 2023, las poblaciones volvieron a niveles elevados, similares a los anteriores a los procesos eutróficos de 2016, y este año la tendencia vuelve a ser la misma. Desde el Servicio de Pesca y Acuicultura de la Región de Murcia advierten ya de la presencia de millones de ejemplares de esta medusa.
En el informe publicado por La Opinión de Murcia, se menciona el nacimiento de «millones de ejemplares en forma de éfiras y metaéfiras» (las fases iniciales en la vida de las medusas). Aunque estas medusas no son peligrosas, ya que su veneno no representa una amenaza significativa, su mera presencia puede ahuyentar a los turistas y provocar una situación de pánico en las playas.
La segunda medusa más frecuente en la laguna es la Cotylorhiza tuberculata, o medusa huevo frito. Esta medusa alcanza densidades muy elevadas durante los meses de julio y agosto, tiene un ciclo de vida de entre dos y seis meses y no es urticante. Esta especie tiene mecanismos que permiten su multiplicación sin depender completamente de la disponibilidad de nutrientes (fitoplancton y zooplancton) en el agua.
Otras medusas presentes en la laguna incluyen la Rhizostoma pulmo, que es urticante, y la Phyllorhiza punctata, de aparición reciente y morfológicamente similar a la Rhizostoma pulmo, pero con un punteado en la campana. Se han detectado y se está haciendo un seguimiento para evaluar su situación.
Un informe de la Universidad de Murcia, disponible en la web 'CanalMarMenor', menciona que la instalación de redes 'antimedusa' resulta contraproducente y debe considerarse «con extrema precaución, siendo, en general, desaconsejable», según informaron fuentes de la Comunidad en una nota de prensa.