Ciudad de México se hunde 50 centímetros cada año… y dicen que es culpa de los españoles
En las últimas dos décadas la capital del país norteamericano, que cuenta con más de 22 millones de habitantes contando su área metropolitana, se ha sumido 10 metros
El hundimiento progresivo de muchas ciudades es algo de lo que ya hemos hablado en alguna ocasión. Esto puede ocurrir como resultado de fenómenos naturales –como actividad volcánica o sísmica, colapso de cavidades subsuperficiales– o actividades antropogénicas –exceso de tierra, extracción de agua, minería o extracción de energía del subsuelo–.
Un estudio publicado en la revista en Advancing Earth and Space Science ha analizado en concreto el caso de Ciudad de México, una urbe que cuenta con más de nueve millones de habitantes –aunque si contamos su área metropolitana serían más de 20 millones– y que, según la investigación, cada año se hunde medio metro más.
Precisamente debido a esta enorme cantidad de población, más del 70 % de su agua potable proviene de acuíferos subterráneos ubicados en toda la cuenca, motivo principal que está causando su hundimiento. Aunque no se trata de algo nuevo, sí que se ha acelerado en los últimos años, motivo de preocupación para los residentes mejicanos.
Según el trabajo publicado en la revista, México se asienta sobre la antigua ciudad azteca de Tenochtitlán y el lago Texcoco, un sistema que mezclaba agua dulce y salada. Los aztecas construyeron diques para separar ambas aguas y prevenir inundaciones, pero estos fueron destruidos durante el control español en el siglo XVI. Posteriormente, los conquistadores drenaron gran parte del lago, dejando solo una pequeña fracción del mismo.
A partir de ahí, la capital del ahora país norteamericano comenzó a hundirse, motivo por el que algunos achacan directamente esta situación a los españoles. Lo cierto es que a lo largo del siglo XX apenas lo hizo nueve centímetros al año, pero a finales de la década de 1950 la cifra se elevó hasta los 29 centímetros.
A partir de ahí se aplicaron las primeras medidas estrictas, como prohibir perforar el suelo para extraer agua. A raíz de esto, el ritmo de hundimiento regresó a los nueve centímetros, pero hace unos 20 años su hundimiento volvió a acelerarse. En las últimas dos décadas la ciudad se ha hundido 10 metros, es decir, unos 50 centímetros por año.
El equipo de investigadores analizó 115 años de datos de nivelación del terreno, combinados con 24 años de cálculos mediante interferometría y 15 años de datos de GPS. «Estos datos muestran que no existe una deformación elástica significativa, lo que indica que el hundimiento es casi completamente irreversible», destacan los investigadores en el artículo. Advierten que el peso de la ciudad y sus cimientos poco profundos provocan la compactación del suelo. Hasta ahora, las capas de sedimentos bajo la ciudad se han comprimido un 17 % y se espera que alcancen el 30 % en los próximos 150 años.
Esto quiere decir que la urbe continuará hundiéndose a buen ritmo, descendiendo otros 30 metros más hasta 2050. Algo que solo se podría evitar en el hipotético caso de que los niveles de agua volvieran a aumentar.