¿Cuánto cuesta un rescate de montaña? ¿Los tiene que pagar el afectado?
Casi cada fin de semana, en especial durante el período estival y primaveral, vemos cómo los servicios de emergencia tienen que acudir al rescate de senderistas, montañistas y otros ciudadanos que deciden ir a pasar el día al monte y, por un motivo u otro, necesitan de ayuda para poder continuar o volver a la civilización. El pasado fin de semana, por ejemplo, solo en el Pirineo oscense se produjeron 11 rescates.
Según los últimos datos, en nuestro país se rescatan más de 3.000 personas al año, algo que conlleva un sobrecoste a las arcas del Estado y que, por ende, ha contribuido a que en más de una ocasión se critique que este tipo de intervenciones se costeen con dinero público.
Por ello, la eterna pregunta es: ¿cuánto cuestan este tipo de rescates? Y, sobre todo, ¿pueden obligar a que los pague el afectado? La realidad es que todos los ciudadanos tienen derecho a ser protegidos y atendidos por las Administraciones Públicas, pero en los accidentes ocurridos por el desarrollo de algunas actividades al aire libre es posible que se cobre por el rescate.
En general, los rescates en España no generan un coste adicional más allá de la adquisición y mantenimiento del material y los recursos utilizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE), así como por los servicios de emergencias de las diversas comunidades autónomas. No obstante, en algunas comunidades autónomas existe legislación vigente que permite imponer una tasa o sanción a la persona rescatada en caso de que haya cometido una imprudencia flagrante o no haya respetado las medidas de seguridad establecidas.
La primera comunidad autónoma en introducir este suplemento fue Cataluña, aprobando la modificación de la Ley de Medidas Financieras (21/2005, de 29 de diciembre), por la cual, se podrá imponer una tasa bajo determinadas circunstancias, especialmente en casos de imprudencias –como falta de equipamiento u omisión de observar una alerta meteorológica– e incumplimientos con unas tasas previamente fijadas. Tras esta, otras regiones siguieron esos mismos pasos. Es el caso de Navarra, Asturias, País Vasco, Cantabria, Castilla y León y Canarias.
Entre 5.000 y 8.000 euros
Desde la compañía de seguros Arag calculan que el coste medio de un rescate oscila entre los 5.000 y los 8.000 euros dependiendo de la cantidad de medios que la Administración tenga que utilizar. En caso de que implique el uso de helicópteros o barcos, evidentemente el precio final será mayor.
Como decimos, tanto las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como los servicios de emergencia dependientes de las comunidades autónomas tienen que proporcionar servicio a todo aquel que se encuentre en apuros y necesite ayuda. No obstante, se analizarán las circunstancias de cada caso, como si el hecho se ha producido debido a una imprudencia o negligencia.
Esto será lo que defina si el afectado tiene que pagar finalmente una tasa por motivos de imprudencia o por el hecho de que el ciudadano en cuestión está realizando voluntariamente una actividad de riesgo de la cual pueden derivar inconvenientes y peligros, también para los rescatadores. En cualquier caso, son algunas comunidades autónomas las que están cobrando esta tasa, pero nunca la Guardia Civil.
¿Un seguro?
Un seguro que pueda cubrir posibles gastos en caso de accidente siempre es recomendable, pero cabe destacar que las pólizas de seguros normalmente también establecen una exclusión de la cobertura de traslado o evacuación en los casos en los que haya sido consecuencia de una imprudencia temeraria del asegurado.
Los profesionales del rescate siempre recomiendan mirar las previsiones meteorológicas antes de realizar una excursión a la montaña, de manera que si hay probabilidad de que se registren tormentas, nevadas, fuertes rachas de viento, nieve o granizo, lo mejor es abstenerse de realizarla y dejarlo para otra ocasión.
Otros países
Misma situación en la vecina Andorra, donde la media de coste por rescate oscila entre los 5.000 y los 6.000 euros. Esta cifra puede aumentar hasta los 10.000 euros si el accidente ocurre en países como Estados Unidos o Nepal, por lo que conviene siempre contar con un seguro.