Este es el pozo más profundo de España y uno de los mayores del mundo
Con 436 metros de altura, superaría a la Torre Eiffel e igualaría a las desaparecidas Torres Gemelas
De todo el planeta, uno de los pozos más profundos se sitúa en tierras españolas. Aunque no existe una clasificación oficial de los pozos naturales, algunas listas apuntan a que el de Xiaozhai Tiankeng (662 metros) o el de Miao Keng (509 metros), ambos situados en China, son los que tienen mayor caída.
Sin embargo, en España también contamos con uno que se podría incluir en el ranking de los más impresionantes. Se trata del Gran Pozo MTDE, en Cantabria. Cuenta con 436 metros, siendo de esta manera el más profundo del país. Su nombre se debe a la empresa de material espeleológico que prestó ayuda al grupo que halló este agujero.
El Club Cántabro de Exploraciones Subterráneas y el Espeleoclub Ábrigu fueron los responsables de descubrir este pozo en el año 2017. Está situado en la Torca del Porrón, al oeste de la comunidad.
Pero llegar hasta allí no fue tarea fácil. Para poder llevar a cabo las exploraciones en el Macizo de Porracolina, los clubes tuvieron que pedir un permiso a la Consejería de Cultura, para lo cual tuvieron que solicitar también el aval a la Federación Cántabra de Espeleología.
12 segundos
Los grupos de espeleología fueron marcando las diferentes bocas que encontraron. Al cabo de unos días, los pastores de la zona les indicaron que desde esos mismos agujeros salía mucho aire en los meses de invierno. Por ello, los exploradores comenzaron a agrandar la boca y realizar los trabajos de desobstrucción para poder acceder al interior.
Entonces, descendieron 50 metros y lanzaron una piedra al fondo. Tardó entre 10 y 12 segundos en oírse su impacto contra el suelo, un resultado que los espeleólogos calificaron a Europa Press por entonces como «asombroso».
Desde entonces, hicieron falta cuatro días para poder bajar hasta el fondo del pozo, y es que, según comentaron, hubo que amarrarse a la pared con un taladro que introduce anclajes hasta 57 veces y utilizando 600 metros de cuerda.
Una profundidad vertiginosa
Los exploradores sabían que la distancia era grande, pero no que equivalía a la altura de una de las desaparecidas Torres Gemelas de Nueva York (440 metros) o que era superior a la de la Torre Eiffel de París (300 metros).
Según la clasificación de Bob Gulden, director del Estudio Espeleológico de Virginia Occidental que se encarga de ordenar cavidades de todo el mundo por tipo y profundidad, el MTDE sería el segundo pozo más profundo del mundo en caída libre, solo superado por el de Velebita, en Croacia. Si se tienen en cuenta también los pozos escalonados, el descubierto en Cantabria ocuparía el puesto undécimo.
Las corrientes de aire, la oscuridad y una grieta que expulsa agua cuando llueve complicaron mucho la tarea de estos clubes de espeleología cántabros de introducirse en el interior de la cavidad. Además, las cuerdas, mosquetones y demás material podían tener un peso de hasta cien kilos. Una dura misión que tuvo su recompensa: descubrir en España un auténtico tesoro de la naturaleza y pasar a formar parte de la historia por haberlo hallado.
Nuevas especies
En una entrevista años después del descubrimiento, el espeleólogo Sergio Ruiz sugería que en este tipo de entornos, que han evolucionado de forma totalmente distinta al exterior, se suelen crear microfaunas que se desarrollan en paralelo al exterior, por lo que es viable descubrir nuevas especies.
De hecho, el Club Cántabro de Exploraciones Subterráneas llegó a dar detalle en un artículo científico sobre un invertebrado relicto y endémico de la zona del Asón, el Cantabrodesmus lorioli, que se trataría de una especie de milpiés.
Como es obvio, el pozo no está abierto al público debido a la inaccesibilidad que presenta, y es que sería extremadamente peligroso que una persona sin conocimientos en espeleología se introdujera en la cueva.