Bolitas transparentes en las costas asturianas
Prohíben el baño en algunas playas asturianas por unas extrañas bolitas transparentes
Salvamento no ofrece explicación al origen de esta sustancia, que podría ser desde huevas de salpas hasta grosellas marinas
Por segundo día consecutivo, algunas playas del oriente asturiano se han visto sorprendidas por la aparición de unas extrañas bolitas transparentes del tamaño de una uña. Se trata de una sustancia absolutamente transparente que se deforma al tocarla, pero vuelve a su ser al soltarla.
Unas gotas de agua que quedan depositadas por miles en la zona de baño con la subida y bajada de las mareas, provocando el desconcierto de bañistas e incluso de los servicios de protección civil, que ayer optaron por izar la bandera amarilla en un día espléndido de sol hasta la completa identificación de los organismos y descartar que sean peligrosos.
Esto ocurre de forma paralela a la aparición de algunos ejemplares de carabelas portuguesas, lo cual provocó que incluso los socorristas de Protección Civil optaran por desalojar a los bañistas del agua en algunas zonas especialmente afectadas, como las playas de Borizo y Celorio, en los concejos de Llanes.
Pese al excelente clima, los servicios han optado por acotar zonas de baño por segundo día consecutivo por la nueva aparición de carabelas portuguesas, que no son medusas, sino un conglomerado de organismos que cooperan como una colonia para sobrevivir.
Una de las playas asturianas donde han prohibido el baño
En principio, no existe aún una explicación definitiva a este suceso. Puede tratarse de huevas de salpas, unos peces transparentes completamente inofensivos que en ocasiones han llegado a las playas, o de otras extrañas criaturas marinas conocidas como grosellas marinas.
Técnicamente denominadas como Pleurobrachia pileus, se trata de una criatura de la familia de las medusas que miden unos 2,5 centímetros de diámetro y disponen de dos largos filamentos que usan para moverse. Una extraña criatura del mar Báltico, Negro o Atlántico que hace años causó extrañeza en playas californianas de Los Ángeles y San Diego.
Se trata de formas de vida muy voraces, pero en teoría no son peligrosas para el ser humano al carecer de aguijones o veneno urticante. Todavía en fase de especulaciones, convendría una explicación definitiva por parte de las autoridades que asegurara la tranquilidad de los bañistas.
