Proponen prohibir las colonias de gatos en Canarias y Baleares: «Matan 200 millones de animales al año en España»
Gatos y perros se han convertido ya en unos compañeros más en la vida de muchas personas. Según datos de Statista, España se sitúa como octavo país de Europa con mayor número de gatos domésticos, con alrededor de 5,9 millones, mientras que la población canina es ya de aproximadamente 9,3 millones. Rusia es la nación europea con más gatos, con más de 23.000, seguido de Alemania (15.200), Francia (14.900), Reino Unido (12.000), Italia (10.228), Ucrania (7.360) y Polonia (7.125).
No obstante, existen también infinidad de colonias de gatos callejeros por todo el país, cuyo número podría oscilar entre los 2 y los 10 millones. Estas dependen directamente de los ayuntamientos de las localidades en las que se encuentran que, según la nueva ley de bienestar animal, serán quienes se encarguen de su esterilización, desparasitación, vacunación e identificación.
Causar daños a estas colonias ya sea su eliminación, desplazamiento o reubicación estará multado con cantidades que oscilan entre los 10.000 y los 50.000 euros, según el texto. Pero además de las molestias que le puedan llegar a causar estas colonias a los vecinos, algunas voces recalcan los daños que pueden provocar a la fauna local.
Ecologistas de Baleares y Canarias reclaman directamente prohibir las colonias felinas en espacios protegidos al considerar que los gatos depredan la fauna de la comunidad. En concreto, la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria (ACBC), el Grupo Balear de Ornitología y Defensa de la Naturaleza (GOB) y la Sociedad de Historia Natural de Baleares (SHNB), entidades científicas y conservacionistas de los dos grandes archipiélagos, pretenden «un enfoque que tenga en cuenta la singularidad de los sistemas insulares en el diseño de la gestión de colonias felinas, para evitar impactos especialmente graves sobre las faunas isleñas».
Así se han pronunciado respecto a la propuesta del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, a través de la Dirección General de Derechos de los Animales, que ha elaborado una directriz técnica para la gestión de colonias felinas, con el objetivo de orientar a los ayuntamientos en la implementación de lo dispuesto en la ley de bienestar animal.
Las organizaciones conservacionistas han señalado que la iniciativa oficial «debería considerar la vulnerabilidad de las faunas insulares y el impacto causado por los gatos». En este sentido, han subrayado que el texto actual «pasa por alto esta característica fundamental para la conservación de la biodiversidad en los archipiélagos».
Los grupos críticos destacan que los gatos son una grave amenaza para las faunas autóctonas a nivel global, con un impacto mayor que roedores y otros depredadores introducidos. La Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN) los incluye entre las 100 especies invasoras más perjudiciales. Los gatos depredan sobre más de 2.000 especies silvestres, mayormente vertebrados. En ecosistemas insulares, como Canarias y Baleares, su impacto es más severo, ya que hasta un 25 % de las especies consumidas están en peligro, al ser introducidos por humanos y no estar las especies locales adaptadas a su depredación, a diferencia de los ecosistemas continentales.
Los gatos matan 200 animales al año
Aunque es complicado de cuantificar, el investigador de la biodiversidad del CSIC Miguel Clavero ha hecho un cálculo de los animales que pueden llegar a matar los gatos al año en España. La cifra, según el científico, podría ascender al menos a 200 millones, aunque matiza que es complejo, porque la depredación depende del tiempo que los gatos pasan en la calle y de las características de las zonas que habiten.
Según explica, un cálculo para Gran Canaria estimó que al menos el 17 % de los gatos caseros caza y cada uno mata 27,5 animales al año, lo que trasladado al conjunto del Estado sumaría 28 millones de animales por ejercicio. A esto hay que sumarle los callejeros: Clavero ha cogido la parte baja de la horquilla, tres millones, lo que daría 165 millones de animales muertos al año. Sumado a las víctimas de los gatos domésticos, daría como resultado unos 193 millones.
El investigador ha ido más allá recordando la existencia de estudios internacionales que avalan que los gatos han estado implicados en más de una cuarta parte de las extinciones de aves, mamíferos y reptiles en los últimos siglos, y al contrario de lo que se piensa, el que un gato esté bien alimentado no significa que no siga cazando.