España ocupa el sexto lugar en el mundo y el segundo en Europa en casos de malas hierbas resistentes a herbicidas

España se sitúa en el sexto lugar a nivel mundial y el segundo en Europa en casos de malas hierbas resistentes a herbicidas, según un estudio del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX). Estos datos fueron presentados durante la introducción del herbicida Avadex factor de Gowan España.

María Dolores Osuna, investigadora del CICYTEX, informó que actualmente se han confirmado 532 casos de resistencia a herbicidas en 273 especies de malas hierbas, afectando a 21 de los 31 sitios de acción identificados en todo el mundo. En Europa, solo Francia supera a España en la cantidad de malezas resistentes, particularmente en los cultivos de trigo y cebada.

Durante su intervención, Osuna, que también es miembro del Comité para la Prevención de la Resistencia a los Herbicidas (CPRH), destacó la importancia de diversificar las estrategias agrícolas para combatir la resistencia a los herbicidas. «La mejor estrategia contra la resistencia a los herbicidas es la diversificación en todos los niveles: rotación de cultivos, diversidad en los sistemas de producción y retraso en la siembra», afirmó. También subrayó la necesidad de usar herbicidas con diferentes modos de acción, ya que esto puede ayudar a reducir la presión de selección sobre las malas hierbas, evitando que desarrollen resistencia a un único tipo de herbicida.

Osuna insistió en que el problema no reside en si las malas hierbas o los herbicidas son «buenos o malos», sino en cómo se utilizan. Comparó el uso de herbicidas con el de medicamentos, argumentando que un mal uso puede llevar a la pérdida de la efectividad de estos productos. «Si no hacemos un buen uso de ellos, herbicidas y familias enteras de estos compuestos pueden volverse ineficaces», advirtió.

La resistencia a los herbicidas es una preocupación creciente a nivel global, especialmente en el sector agrícola, donde la dependencia de estos productos para el control de malas hierbas ha generado un aumento en la resistencia en diversas especies. La situación en España, al estar entre los países más afectados por esta problemática, subraya la necesidad de adoptar prácticas agrícolas más sostenibles y responsables.

Diversificar los sistemas de cultivo y emplear diferentes tipos de herbicidas se presenta como una solución clave para frenar la propagación de la resistencia. Este enfoque no solo protege la efectividad de los herbicidas existentes, sino que también promueve una agricultura más equilibrada, minimizando el impacto ambiental y garantizando la sostenibilidad a largo plazo de los cultivos.