Entrevista a John McLaurin, presidente de Safari Club International
«Los países con mayor declive de la fauna silvestre suelen ser aquellos en los que se ha prohibido la caza»
Según explica, gracias a su compromiso a largo plazo con la conservación de la fauna, España y Portugal son líderes en la recuperación de varias especies emblemáticas en Europa
La Federation of Associations for Hunting and Conservation of the EU (FACE, Federación Europea para la Caza y la Conservación) representa a más de siete millones de cazadores en Europa y cuenta con miembros asociados en los cinco continentes. La FACE celebró a primeros de semana su Asamblea General en Bruselas.
Entrevistamos a John McLaurin, presidente de Safari Club International (SCI), miembro asociado a la FACE en los Estados Unidos. McLaurin es un Coronel retirado del Ejército de EE.UU., con 24 años de servicio activo y formación en Derecho. Su carrera militar incluye destacados roles en la Segunda División de Infantería en la zona desmilitarizada de Corea y en la Segunda División Blindada en Texas, a los que se suman tres años en la Embajada de EE.UU. en Francia, y otros tres en el Cuartel General de la OTAN en Bélgica. Su amplia experiencia en liderazgo, tanto en operaciones internacionales como en la defensa de los intereses del sector privado y militar en EE.UU., hacen de McLaurin una autoridad en temas de conservación, gestión de recursos y políticas estratégicas, pilares fundamentales de su rol en SCI.
–España es conocida por su excepcional biodiversidad y sus icónicas especies cinegéticas. ¿Cómo valora usted el papel de España en la conservación de especies cinegéticas y qué aprendizaje podríamos aplicar de ese modelo?
–Yo destacaría la biodiversidad que se refleja en las cuatro variedades de cabra montesa de España, exclusivas de la Península Ibérica. Un ejemplo perfecto del compromiso de España con la fauna salvaje es el trabajo realizado en la isla de Mallorca para evitar la extinción del singular boc balear mediante la hibridación con cabras domésticas. Ese proyecto de conservación es un modelo para los gestores de la fauna salvaje que trabajan con terratenientes y cazadores para salvar una especie que estaba a punto de desaparecer. Además el Capítulo Ibérico Español está muy comprometido como principal colaborador de la Fundación Artemisan en un proyecto de lucha contra la enfermedad hemorrágica epizoótica en España. Esto demuestra el compromiso de España con la caza.
–Uno de los temas más controvertidos en torno a la caza es su relación con la conservación. ¿Cómo responde a los críticos que argumentan que la caza deportiva perjudica a las especies, y qué papel juega el SCI en la promoción de una caza responsable y sostenible?
–En todos los lugares donde se practica la caza regulada hay poblaciones florecientes de fauna salvaje. Los países con mayor declive de la fauna silvestre suelen ser aquellos en los que se ha prohibido la caza o en los que los esfuerzos de conservación se centran en una especie en detrimento de otras. Los hábitats y la fauna sufren cuando no existen sistemas de uso sostenible que financien de forma fiable los esfuerzos de conservación, creen un valor tangible para la fauna e incentiven a las comunidades locales. La caza proporciona la financiación, el valor y el incentivo necesarios. Los estudios científicos más recientes demuestran que la caza es un excelente complemento de la naturaleza. Gracias a su compromiso a largo plazo con la conservación de la fauna, España y Portugal (miembros del SCI) son líderes en la recuperación de varias especies emblemáticas en Europa. Cabe destacar la recuperación del lince ibérico, que ha pasado de un mínimo de 62 individuos en el año 2000 a una población estimada de más de 2.000 ejemplares en 2024. La UICN (International Union for Conservation of Nature) ha elevado recientemente la categoría del lince ibérico de «en peligro» a«vulnerable». Los terrenos cinegéticos en España, que se mantienen gracias a los ingresos de los cazadores nacionales e internacionales, son un componente importante del hábitat disponible para el lince y otras especies, a pesar de que los linces no se cazan en el país. España también cuenta con poblaciones crecientes de lobos ibéricos (estimadas en más de 2.000 ejemplares) y osos pardos (>400), también en este caso, al menos en parte, como resultado de las tierras conservadas por los cazadores.
–El modelo de caza en España ha sido elogiado por su capacidad para equilibrar la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales. ¿Qué aspectos del modelo español considera que podrían servir como ejemplo para otros países en su enfoque hacia una caza ética y responsable?
–Por ejemplo, el uso que hace España de la asignación de permisos de caza para determinadas especies sobre la base de un cupo de animales que cumplen criterios específicos de edad y tamaño, ha dado excelentes resultados en la gestión de la estructura de las poblaciones silvestres y en la financiación de los esfuerzos de conservación. Tras décadas de aplicación de una caza ética y responsable hemos comprobado los beneficios de un deporte y una pasión que es plenamente sostenible y equilibrada, dicho esto para rebatir el argumento aquellos que no han puesto un pie en la naturaleza y están en contra de la caza.
–A menudo se pasa por alto el impacto económico que genera la caza sostenible, especialmente en las comunidades rurales de España. ¿Puede hablarnos sobre cómo la actividad cinegética contribuye al desarrollo económico local y al sostenimiento de estas áreas rurales y naturales que dependen en gran medida de la caza?
–Cazadores de todo el mundo viajan a las zonas rurales y vírgenes más remotas de España para cazar y disfrutar después de las numerosas oportunidades turísticas del país, contribuyendo a la economía española a innumerables niveles creando puestos de trabajo sostenibles, manteniendo la población local en sus pueblos de origen evitando la despoblación, contribuyendo al mantenimiento de los paisajes evitando incendios forestales porque hay bosques y campos que deben ser mantenidos y cuidados. Son muchos los casos de éxito. Además, el hecho de que España sea la sede de Cinegética, y uno de los mayores espectáculos cinegéticos de Europa occidental, habla de la aportación económica de la caza al país. Recientemente hemos firmado un acuerdo con ellos y vamos a contribuir a atraer más inversiones y negocios a España.