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Uno de los ingenieros sentado en la desaladoraMIT

Una desaladora que garantiza hasta 5.000 litros de agua al día en cualquier lado gracias a sus placas solares

Este invento del MIT permite producir agua dulce sin necesidad de depender de baterías adicionales y podría proporcionar a las comunidades este bien a muy bajo coste

El agua es un bien escaso. Tan solo el 2,5 % del total de este líquido presente en la Tierra es dulce, mientras que el 97,5 % del agua del mundo es salada. Por ello, ante los episodios de sequía que viven varias zonas del mundo es imprescindible idear técnicas para poder abastecer al total de la población.

Unos ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) han construido un nuevo sistema de desalinización que funciona gracias a la energía solar y que podría ser la solución al problema con el agua en muchas zonas del planeta donde no hay ni siquiera acceso a la corriente eléctrica.

El sistema funciona con energía solar, de tal manera que a medida que la luz solar aumenta el proceso de desalinización se acelera y se regula en función a los rayos de sol que percibe. Lo importante de esto es que, a diferencia de otros prototipos, el del MIT no requiere de baterías adicionales ni de una fuente de alimentación complementaria, algo innovador.

Los ingenieros han probado el proyecto en pozos de agua subterránea de Nuevo México durante seis meses y las conclusiones fueron más que positivas: el sistema aprovechó más de 94 % de la energía generada y produjo hasta 5.000 litros de agua dulce al día.

El sistema está diseñado para desalinizar aguas subterráneas salobres, una fuente de agua salada que se encuentra en depósitos subterráneos y es más común que las reservas de agua subterránea dulce. Los investigadores ven en estas aguas salobres un recurso enorme y no aprovechado de agua potable potencial, especialmente en un contexto en el que las reservas de agua dulce están bajo presión en diversas regiones del mundo. Consideran que este nuevo sistema, que es renovable y no requiere baterías, podría ofrecer agua potable a bajo coste, siendo especialmente útil para comunidades del interior, donde el acceso tanto al agua de mar como a la red eléctrica es limitado.

Para poblaciones lejanas a la costa

Jonathan Bessette, estudiante de doctorado en ingeniería mecánica del MIT, recalca que la mayoría de la población vive tan lejos de la costa que la desalinización del agua de mar «nunca podría llegar a ellos». «Dependen en gran medida de las aguas subterráneas, especialmente en regiones remotas y de bajos ingresos. Y, lamentablemente, estas aguas subterráneas se están volviendo cada vez más salinas», explica. Por ello, cree que esta tecnología podría llevar agua limpia sostenible y asequible a lugares desatendidos en todo el mundo.

Asimismo, Amos Winter, profesor de Ingeniería Mecánica y director del Centro de Ingeniería e Investigación del MIT, destaca que normalmente las tecnologías de desalinización convencionales requieren energía constante y necesitan almacenamiento en baterías para compensar una fuente de energía variable como la solar. «Al variar continuamente el consumo de energía en sincronía con el sol, nuestra tecnología utiliza de manera directa y eficiente la energía solar para producir agua», algo que subraya «es un desafío enorme y lo hemos logrado».

Electrodiálisis por lotes flexible

El nuevo sistema desarrollado por los ingenieros de MIT se fundamenta en un diseño anterior que utiliza la electrodiálisis por lotes flexible para desalinizar aguas subterráneas salobres que, junto con la ósmosis inversa, son las principales vías para obtener agua dulce. La diferencia radica en que, mientras la ósmosis inversa requiere presión constante, la electrodiálisis utiliza un campo eléctrico para extraer iones de sal, lo que la hace más adaptable a fuentes de energía renovables, como la solar.

El prototipo ajusta su tasa de desalinización varias veces por segundo, de manera que el sistema detecta la energía solar disponible y ajusta automáticamente el bombeo y la corriente para maximizar la desalinización sin requerir almacenamiento adicional de energía. El modelo ha sido ya capaz de abastecer con agua potable a pequeñas comunidades y tiene el potencial de expandirse para cubrir las necesidades de municipios enteros, según explican desde el MIT.