175 plantas invasoras ponen «en peligro» la biodiversidad en el noroeste de la Península
Galicia, Asturias, norte de Castilla y León, País Vasco y norte de Portugal están amenazadas por ellas y podrían alterar funcionamiento de los ecosistemas, la economía y la salud humana
La globalización, entre otras muchas cosas, ha facilitado los viajes y el comercio internacional, lo cual ha tenido otro tipo de consecuencias, como es la introducción de especies invasoras en otros ecosistemas. Son casi 200 los nombres que integran el catálogo de animales y plantas de este tipo en nuestro territorio, lo cual ha costado a las arcas públicas 232 millones de euros desde 1997, según un estudio publicado en la revista Quercus.
Los estudios sobre esta temática se multiplican y ahora es la Universidad de Oviedo la que ha realizado una investigación centrándose en la región iberoatlántica. El trabajo, publicado en la revista Neobiota, ha permitido identificar 175 especies de plantas invasoras en Galicia, Asturias, norte de Castilla y León, País Vasco y norte de Portugal.
Con ello, se pretende desarrollar estrategias de seguimiento y conservación de la naturaleza a partir del conocimiento biológico de estas especies. El estudio, liderado por Adrián Lázaro Lobo, profesor ayudante doctor de la Universidad de Oviedo e investigador del Instituto Mixto de Biodiversidad (IMIB), cuenta con el apoyo del Jardín Botánico Atlántico de Gijón.
Estas 175 especies vegetales han sido consideradas invasoras siguiendo criterios científicos estrictos. Para ello, colaboraron expertos de distintas regiones, analizando aspectos clave como características de las especies, nivel de invasión, tendencias poblacionales, distribución geográfica, abundancia local, hábitats afectados e impactos ambientales y socioeconómicos. De estas, 37 especies, como la acacia (Acacia dealbata), la uña de gato (Carpobrotus spp.) y el plumero de la pampa (Cortaderia selloana), generan impactos graves. Los investigadores recomiendan implementar o fortalecer planes de control y restauración de hábitats para estas especies.
Biodiversidad cada vez más amenazada
Según Lázaro, «el noroeste ibérico es un laboratorio natural para estudiar plantas invasoras debido a sus condiciones ambientales benignas y una historia de conexión marítima con América y otras regiones». Jiménez Alfaro añade que la biodiversidad en Asturias y áreas cercanas está cada vez más amenazada por estas especies, muchas veces imperceptibles al público. «Es nuestra responsabilidad como investigadores divulgar información y proponer medidas de contención a largo plazo», concluye.
En paralelo, otro equipo internacional coordinado por Lázaro ha estudiado el plumero de la pampa (Cortaderia selloana) a nivel global, analizando su distribución, ecología, biología reproductiva, impactos ambientales y legislación. Un proyecto financiado por National Geographic desde hace dos años profundiza en sus estrategias reproductivas en los cuatro continentes donde se ha expandido desde Hispanoamérica.
Gracias a estas investigaciones, se busca mitigar los efectos de estas especies invasoras y preservar la biodiversidad de la región.