Nenúfar mexicano, la especie invasora que convierte al Guadiana en un río verde

Puede parecer una planta acuática preciosa, pero eso no quita que genere problemas cuando prolifera en aquellos lugares donde no es autóctona. El nenúfar mexicano (Nymphaea mexicana) es una especie de planta flotante perteneciente a la familia de las ninfáceas y que cuenta con espesos y gruesos rizomas, y largos y esponjosos estolones que soportan pequeños racimos de raíces curvas, carnosas y amarillas, parecidas a plátanos en miniatura, según describen desde el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco).

Se trata de una planta atractiva, motivo por el que se ha extendido su uso para fines ornamentales, principal vía de entrada a ecosistemas que no son el suyo y donde ha comenzado a ser una especie invasora, como en la mitad sur de Estados Unidos, principalmente California, o en algunas zonas de España.

En concreto, en nuestro país provoca la disminución de la penetración de la luz en la columna de agua y aumenta la eutrofización, además de desplazar a otras especies e incluso hibridar con nenúfares autóctonos. Además, la ocupación de las masas de agua puede restringir el movimiento del agua, la sedimentación y el aumento de las tasas de evapotranspiración.

Tal y como se detalla desde Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), puede también generar dificultad o imposibilidad del desarrollo de actividades recreativas tales como la pesca, el piragüismo, etc. y puede constituir un hábitat ideal para la proliferación de mosquitos y enfermedades asociadas.

Se reproduce activamente tanto por semilla como asexualmente (estolones, fragmentación de plantas) y las aves favorecen su dispersión. Se desarrolla en aguas más o menos estancadas y de movimiento lento, siendo las condiciones ambientales más favorables para la explosión poblacional los niveles altos de iluminación, las altas oscilaciones de temperatura y el agua con un alto contenido en nutrientes. Su floración se produce durante el verano y su polinización la llevan a cabo los insectos.

Distribución y expansión en la cuenca del Guadiana

En los años 80, la invasión del nenúfar mexicano (Nymphaea mexicana) se desarrolló gradualmente, limitada al cauce medio del arroyo Cabrera, un afluente del río Guadiana. Sin embargo, en los últimos años, esta especie ha mostrado una expansión explosiva, con poblaciones establecidas a lo largo del arroyo Cabrera y nuevos focos detectados dentro de la cuenca del Guadiana, especialmente en el tramo que atraviesa la ciudad de Badajoz, explican desde la CHG.

Actualmente, el área invadida abarca tres subcuencas hidrográficas: el arroyo Cabrera, el río Guadiana (con énfasis en el paso por Badajoz) y, de forma puntual, la desembocadura del río Caya. El patrón de invasión de Nymphaea mexicana en la cuenca del Guadiana presenta fluctuaciones, pero el tramo más afectado continúa siendo el río Guadiana en la zona urbana de Badajoz, donde se registra el mayor porcentaje de cobertura de esta planta invasora.

Este comportamiento oscilatorio y su capacidad para colonizar rápidamente nuevos espacios subraya la necesidad de estrategias de gestión eficaces para limitar su impacto ecológico y proteger los ecosistemas acuáticos de la región.