Las cenizas de carbón podrían ser más valiosas de lo esperado al contener tierras raras
Ofrece una doble ventaja: satisfacer la creciente demanda de estos materiales estratégicos y reducir el impacto ambiental asociado con los desechos industriales
La tierras raras, esos 17 elementos químicos que se han convertido en esenciales para el desarrollo de nuevas tecnologías, son también un arma de poder que ostenta principalmente China. El gigante asiático domina el 80 % del suministro global de estos metales, por lo que el resto de potencias intentan hacer malabares para no depender de él.
En los últimos meses hemos contado que existen yacimientos en Europa con un gran potencial, pero la mayoría de ellos no se están explotando todavía. Sin embargo, los científicos siguen investigando para hallar nuevas formas de extraer estos elementos y depender en menor medida de países terceros.
El último estudio al respecto viene de parte de la Universidad de Texas en Austin (Estados Unidos), que ha identificado elementos de tierras raras en las cenizas de carbón acumuladas durante años. Este descubrimiento, publicado en la revista International Journal of Coal Science & Technology, podría cambiar el concepto que se tiene de esos residuos, considerados durante décadas un problema para el medio ambiente y en lo relativo a su acumulación.
Según la investigación, solo en Estados Unidos podría haber hasta 11 millones de toneladas de elementos de tierras raras entre las cenizas del carbón, lo que equivale a casi ocho veces las reservas en ese país de estos elementos esenciales, cuyo valor potencial podría ascender a unos 8.400 millones de dólares.
Y es que en la actualidad el país norteamericano depende casi por completo de China para abastecerse de estos materiales, lo cual inquieta a sus dirigentes por la posibilidad de que la nación comunista corte el grifo en algún momento.
El estudio destaca que las cenizas de carbón contienen concentraciones variables de elementos de tierras raras dependiendo de su origen geológico. Por ejemplo, las cenizas provenientes del carbón de la cuenca de los Apalaches registran las concentraciones más altas, con un promedio de 431 miligramos por kilogramo, aunque solo el 30 % de estos elementos son recuperables. Por otro lado, las cenizas del carbón de la cuenca del río Powder tienen menores concentraciones de tierras raras (264 miligramos por kilogramo), pero permiten una mayor tasa de extracción, cercana al 70 %.
Una doble ventaja
Aunque este recurso tiene un enorme potencial, la mayoría de los esfuerzos para extraer tierras raras de las cenizas de carbón todavía se encuentran en fase experimental. Iniciativas como las del Laboratorio Nacional de Tecnología Energética están desarrollando técnicas viables, mientras empresas como Element USA están invirtiendo en infraestructura y capacitación para hacer económicamente viable esta estrategia.
Chris Young, director de estrategia en Element USA, subrayó que el principal desafío es transformar esta propuesta técnicamente sensata en una oportunidad rentable. En colaboración con la Universidad de Texas en Austin, su empresa busca mejorar las capacidades técnicas y formar especialistas en el procesamiento y separación de minerales críticos.
Aprovechar las cenizas de carbón como fuente de Tierras Raras ofrece una doble ventaja: satisfacer la creciente demanda de estos materiales estratégicos y reducir el impacto ambiental asociado con los desechos industriales. Bridget Scanlon, coautora del estudio, destaca que esta estrategia podría abrir un nuevo mercado para las cenizas de carbón, promoviendo una gestión más sostenible y circular de los recursos.