Los regantes piden construir 27 presas para mitigar las consecuencias de futuras DANA
Fenacore ha manifestado su preocupación por la tendencia actual en la planificación hidrológica, donde «prima el ecologismo radical»
La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) ha destacado la necesidad de construir las 27 presas incluidas en los anteriores planes hidrológicos, cuya ejecución sigue pendiente pese a contar con informes favorables. Según los regantes, esta demora, junto con un déficit de inversión de 3.000 millones de euros en obras de regulación, agrava el impacto de fenómenos climáticos extremos como las DANA (depresión aislada en niveles altos).
En su Plan de Acción frente a DANA, Fenacore también ha subrayado la urgencia de limpiar cauces, eliminando obstrucciones, sedimentos acumulados y vegetación excesiva que puedan alterar el flujo natural del agua. Asimismo, ha solicitado encauzar ríos y barrancos para controlar las avenidas, evitando riesgos de desbordamientos, y ha propuesto no reconstruir viviendas dañadas en zonas inundables para minimizar los daños en futuros episodios.
La federación ha manifestado su preocupación por la tendencia actual en la planificación hidrológica, donde «prima el ecologismo radical» enfocado en devolver los ríos a su estado natural, sin considerar adecuadamente los riesgos asociados a eventos extremos. Por ello, ha instado a la nueva Comisión Europea y a los ministerios competentes a armonizar la sostenibilidad medioambiental con la seguridad social y económica.
Daños catastróficos por la última DANA
Fenacore presentó el primer informe sobre el impacto de la DANA de finales de octubre, que dejó más de 70.000 hectáreas inundadas, especialmente en la Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla-La Mancha. Las riadas provocaron daños estimados en más de 250 millones de euros, afectando gravemente a infraestructuras de riego, como acequias, balsas, cabezales, hidrantes y sistemas eléctricos.
El informe también detalla la pérdida total de cosechas de huerta, viñedos, cítricos y caquis, además de arbolado que requerirá entre cinco y diez años para volver a ser productivo. Las inundaciones también destruyeron viviendas de guardas y centros de control. Apenas el 10 % de las comunidades de regantes tenían aseguradas sus infraestructuras, lo que complica aún más la recuperación.
Una gestión eficiente y sostenible
Aunque Fenacore ha valorado positivamente los 444,5 millones en ayudas aprobados por el Gobierno, ha solicitado que estas sean «ágiles y directas». También ha pedido ampliar las zonas declaradas catastróficas, eximir temporalmente el pago de tarifas y cánones a los agricultores afectados, y revisar las tasas de cobertura de seguros para fomentar el «todo riesgo» en las infraestructuras hidráulicas.
Además, ha recomendado asignar 2.000 millones de euros de los fondos europeos del Plan de Recuperación para reforzar las ayudas al campo y redirigir los 2.500 millones previstos en la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, destinados al desmantelamiento de presas, hacia la construcción de nuevas obras hidráulicas para garantizar la seguridad hídrica y mitigar los daños de futuras DANA.