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Fragmento de vidrio orgánico encontrado en el interior del cráneo del individuo fallecido en Herculano

Fragmento de vidrio orgánico encontrado en el interior del cráneo del individuo fallecido en HerculanoPier Paolo Petrone

Una nube provocada por una erupción volcánica convirtió en vidrio el cerebro de un hombre

Los expertos sostienen que el órgano del joven debió exponerse a temperaturas superiores a los 510 ºC antes de enfriarse rápidamente

Un equipo de científicos italianos ha revelado este jueves un hallazgo sin precedentes: el cerebro de un hombre se convirtió en vidrio como resultado de una nube de cenizas volcánicas hace casi dos mil años.

El fenómeno ocurrió durante la devastadora erupción del Vesubio en el año 79 d.C., cuando las antiguas ciudades de Pompeya y Herculano quedaron sepultadas bajo una espesa capa de rocas, gases y cenizas incandescentes, en lo que se conoce como flujo piroclástico.

Entre las víctimas de la tragedia se encontraba un joven de aproximadamente 20 años, cuyo cuerpo fue descubierto carbonizado sobre una cama de madera en Herculano. Sin embargo, su caso llamó la atención de los investigadores por una particularidad inusual. Pier Paolo Petrone, antropólogo italiano y coautor del estudio publicado en Scientific Reports, relató a la agencia AFP que, al examinar los restos, notó «algo brillante en el cráneo roto». Tras un análisis más detallado, identificó que los restos del cerebro del joven habían sido transformados en fragmentos de vidrio negro.

El vulcanólogo Guido Giordano, también autor del estudio, confirmó que los fragmentos de vidrio, de hasta un centímetro de ancho, conservaban redes neuronales claramente visibles, lo que calificó como un descubrimiento «sorprendente y totalmente inesperado».

El interés científico en este hallazgo radica en que el vidrio no se forma con facilidad en la naturaleza, ya que requiere de temperaturas extremadamente altas seguidas de un enfriamiento súbito. Según el estudio, este caso sería el único en el mundo en el que tejido animal ha experimentado dicho proceso de vitrificación.

Los expertos sostienen que el cerebro del joven debió exponerse a temperaturas superiores a los 510 ºC antes de enfriarse rápidamente. La teoría más plausible es que la erupción del Vesubio expulsó una primera oleada de cenizas ardientes que, al disiparse en cuestión de segundos, dejó una fina capa sobre la ciudad antes de que el flujo piroclástico terminara por sepultarla.

Este descubrimiento aporta una nueva perspectiva sobre los efectos de las erupciones volcánicas en los cuerpos humanos y abre la puerta a futuras investigaciones sobre los procesos de vitrificación en tejidos biológicos expuestos a condiciones extremas.

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