
El menor espesor del hielo marino en el Ártico podría eventualmente tener un impacto en la AMOC
La corriente que caldea Escandinavia puede colapsar por el deshielo
Según el estudio, el calentamiento del Ártico está generando un notable descenso en la cantidad de hielo marino, que normalmente funciona como una tapa aislante
Una de las principales corrientes marinas del Océano Ártico podría desaparecer a lo largo del presente siglo como consecuencia del cambio climático, según un estudio elaborado por la Universidad de Gotemburgo en colaboración con el Instituto Alfred Wegener. Esta conclusión, publicada en la revista Journal of Geophysical Research Oceans, apunta a un impacto potencialmente grave en la circulación oceánica a nivel global, debido a la posible llegada masiva de agua dulce al Atlántico Norte.
La Circulación Meridional Atlántica de Retorno (AMOC, por sus siglas en inglés), que incluye a la conocida Corriente del Golfo, se considera clave para mantener el equilibrio climático del hemisferio norte. Su debilitamiento, advierten los expertos, es motivo de creciente preocupación dentro de la comunidad científica, aunque todavía persisten incertidumbres en torno a las consecuencias concretas de un eventual colapso.
En esta ocasión, la investigadora Céline Heuzé, climatóloga de la Universidad de Gotemburgo, ha centrado su análisis en una corriente específica del Mar de Beaufort –en el Ártico, frente a las costas de Canadá y Alaska– conocida como el Giro de Beaufort. Junto a sus colegas Marylou Athanase y Raphael Köhler, del Instituto Alfred Wegener en Alemania, ha evaluado el destino de esta corriente a través de modelos climáticos de alta precisión.
El Giro de Beaufort desempeña un papel fundamental en el equilibrio hidrológico del Océano Ártico, ya que actúa como un reservorio de agua dulce. Esta acumulación puede liberarse hacia el Atlántico Norte, con consecuencias potenciales sobre la AMOC.Según el estudio, el calentamiento del Ártico está generando un notable descenso en la cantidad de hielo marino, que normalmente funciona como una tapa aislante. Al reducirse esta cobertura, el mar absorbe más calor de la atmósfera, lo que a su vez acelera el deshielo. Este fenómeno ha tenido un efecto directo sobre el contenido de agua dulce del Mar de Beaufort, que ha experimentado un aumento del 40 % en las últimas dos décadas.
«Los resultados de este estudio nos preocupan porque la reducción del hielo marino en la zona podría llevar a un punto de inflexión donde la AMOC colapse», señala Heuzé, especialista en océanos profundos y hielo marino.
Para realizar sus proyecciones, el equipo investigador recurrió exclusivamente a modelos climáticos capaces de representar con precisión la dinámica del Giro de Beaufort. Estos modelos –simulaciones por ordenador del sistema climático terrestre– permiten prever escenarios futuros en función de diferentes variables, como el ritmo de emisiones de gases de efecto invernadero.
Marylou Athanase, primera autora del estudio, advierte que «si no se reducen urgentemente las emisiones de gases de efecto invernadero, esta proyección sugiere que el Giro de Beaufort se debilitará y liberará el agua dulce que actualmente contiene. Esta agua dulce podría entonces llegar al Atlántico Norte y posiblemente afectar negativamente la AMOC».
El impacto de la AMOC es particularmente relevante para el clima en regiones como Escandinavia, donde esta corriente transporta aguas cálidas desde los trópicos hasta altas latitudes. Ante estos hallazgos, los investigadores planean ampliar sus estudios para profundizar en la relación entre la pérdida de hielo ártico y el futuro comportamiento de la AMOC.