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Los españoles son los ciudadanos europeos más preocupados por los riesgos para su privacidad que suponen los dispositivos electrónicosGTRES

Tecnología

Seis de cada diez españoles se sienten espiados por su teléfono móvil

Uno de cada tres encuestados creen que la inteligencia artificial sería más productiva en el trabajo que sus jefes

Los españoles son los ciudadanos europeos más preocupados por la falta de privacidad que conlleva la utilización de dispositivos electrónicos. Seis de cada diez encuestados aseguran sentirse escuchados u observados a través de su móvil, ordenador o televisión inteligente, según el estudio European Tech Insights de la de la IE University.

Los jóvenes son los que más desconfían de los aparatos electrónicos: el 57 % de los europeos de 18 a 24 años cree ser espiado a través de ellos. Por el contrario, los europeos mayores de 74 años y los suecos son más escépticos sobre los efectos negativos que tienen en su privacidad.

Esta no es la única preocupación que generan las nuevas tecnologías a los españoles. De hecho, siete de cada diez ciudadanos aseguran sentirse intranquilos ante la posibilidad de que un ciberataque dañe la infraestructura de datos de la administración pública. La invasión de Ucrania ha reforzado estos recelos, al demostrar que el ciberespacio puede ser utilizado como un frente de guerra más.

La proliferación de noticias falsas a través de las redes sociales también provoca recelos en buena parte de la población. Así, el 60,4 % de los encuestados en España se muestran a favor de que se persiga legalmente a aquellos que se dedican a difundir fake news en Twitter, Facebook o WhatsApp.

En cambio, una de cada cuatro personas considera más adecuado «empoderar a los ciudadanos» frente a la desinformación en lugar de censurar este contenido.

La hiperconexión es otro de los males que han traído las sociedades digitales. Los cientos de mensajes y notificaciones que reciben al día nuestros dispositivos móviles dificultan a muchos poder concentrarse en sus actividades cotidianas, además de limitar el descanso.

Por ello, tres de cada cuatro españoles son partidarios de que se obligue a las empresas a garantizar el derecho a la desconexión de sus trabajadores, de manera que no se vean obligados a responder al teléfono o al e-mail fuera de sus horas de trabajo. Al reconocimiento de este derecho, sobre el que se legisló por primera vez en España con la Ley de Protección de Datos de 2018, tan solo se oponen el 7,3 % de los encuestados.

¿Internet ha fortalecido la democracia?

A pesar de estas preocupaciones, los autores del estudio reconocen que, en líneas generales, «la mayoría de los ciudadanos europeos aún confían en que la tecnología puede hacer más fuertes nuestras democracias, creen que ha mejorado la participación ciudadana y apoyan su uso por parte de sus Gobiernos».

Muchos españoles se pronuncian en este sentido, aunque el entusiasmo es más limitado que entre el resto de sus vecinos europeos. Así, el 43,7 % de los encuestados creen que la tecnología ha tenido un impacto positivo en la calidad democrática de su país, mientras que un 29,6 % no lo tiene claro y un 26,7 % cree que la ha debilitado.

Los españoles también se encuentran divididos respecto a la conveniencia de avanzar en la digitalización de la administración pública si esto implica el cierre de algunas oficinas físicas –un 43 % está de acuerdo, mientras que un 39 % se opone–.

Asimismo, España es el país europeo donde la propuesta del Banco Central Europeo de que el euro digital sustituya al dinero en efectivo ha logrado menor acogida (17,4 %). El 58,3 % de su población la rechaza de plano.

En cambio, seis de cada diez españoles confían en que la inteligencia artificial mejorará el mundo del trabajo en 10 años, creando empleos más valiosos y de alta cualificación. De hecho, el 32 % de los encuestados creen que los algoritmos de inteligencia artificial serían más productivos en el trabajo que sus propios jefes.