Entrevista | Eurodiputado del PP
Pablo Arias: «En el referéndum catalán hubo grupos, posiblemente rusos, que difundían noticias falsas»
El eurodiputado ha presentado una propuesta que busca mejorar la transparencia en las campañas políticas, proteger la información del ciudadano y evitar la interferencia de terceros países
La Unión Europea se encuentra actualmente inmersa en un proceso de revisión y mejora de las regulaciones que rigen las campañas políticas. ¿Su objetivo? Garantizar una mayor transparencia, proteger los datos de sus ciudadanos y combatir el auge del populismo.
Frente a este contexto, Pablo Arias Echeverría, eurodiputado del Partido Popular Europeo (EPP), ha esbozado una propuesta de regulación diseñada para asegurar la claridad en las campañas políticas y evitar la polarización en el entorno digital.
¿En qué consiste la propuesta? Busca establecer un marco de responsabilidad, involucrando a todos los actores, desde partidos políticos hasta proveedores de servicios. También baraja la creación de un repositorio de mensajes de campañas políticas y establece restricciones para el uso de datos sensibles en la publicidad política.
La regulación se basa en leyes digitales que ya existen, la DSA y el RGPD, y busca armonizar estándares en toda la Unión Europea mientras respeta la autonomía de los Estados miembros en cuestiones electorales y de contenidos políticos.
«Lo que realmente nos gustaría es minimizar el impacto de las intervenciones de terceros países», explicó Arias a El Debate. «Limitar aquellos grupos de presión que quieran desestabilizar este proyecto de unión. Sobre todo, lo que nos interesa es que el ciudadano sepa identificar si la información política que recibe es correcta, o si puede estar intentando confundirle».
Las campañas pueden dirigir mensaje muy específico exclusivamente a un grupo de la población
«Y, de esta forma, limitamos también el populismo, la polarización, que debilitan las democracias», agregó.
Según el eurodiputado, el referéndum catalán de 2017 es un ejemplo claro de este tipo de interferencia: «Se observó una injerencia por parte de terceros interesados en debilitar nuestras democracias, primero, y en cambiar la voluntad de un proceso electoral con el objetivo de obtener un beneficio electoral, segundo. En este contexto, incluso podría haber un cambio en el resultado final de lo que se espera en las elecciones».
«En el caso del referéndum de Cataluña, se ha comentado que existieron grupos organizados, posiblemente relacionados con Rusia, que se dedicaron a difundir noticias falsas con el fin de influenciar a una parte de la población que quizás no estaba inicialmente involucrada en lo que luego se consideró ilegal. Por lo tanto, lo que hacen es avivar el conflicto», agregó Arias.
Contra el populismo
Mejorar la transparencia, concienciar al ciudadano y proteger la información privada de los votantes evitará la publicidad segmentada, lo que a su vez previene el populismo. Por eso, parte del proyecto se centra en limitar a qué datos pueden acceder los creadores de las campañas políticas, para que no manipulen al público utilizando sus datos personales.
«Cuando utilizas datos, debes saber qué datos puedes y debes usar. Te proporciono un ejemplo muy claro desde el Partido Popular Europeo, que es un partido moderado; tenemos limitaciones cuando se trata de utilizar esos datos, sin necesidad de un reglamento», explicó Arias.
«Los movimientos populistas, que han estado ganando terreno en los últimos años, no se encuentran sujetos a estas limitaciones. Por lo tanto, para ellos es fundamental encontrar grietas en el sistema para enfrentar a los ciudadanos de nuestras sociedades, debilitar las democracias o ganar ventaja electoral, por ejemplo, en el caso de los partidos políticos».
«Las campañas pueden dirigir un mensaje muy específico exclusivamente a un grupo de la población, mientras que a otros grupos se les pueden enviar mensajes diferentes, todo esto a través de la precisión en el uso de datos y algoritmos. Esa gestión, sin ningún tipo de escrúpulo, conduce a la polarización que observamos hoy en los diferentes sistemas democráticos, principalmente en el otro lado del Atlántico, pero que también estamos experimentando en Europa».
No podemos dejar en manos de las empresas privadas algo que transforma radicalmente nuestras vidas
La propuesta, en detalle
La Comisión Europea tendrá un papel fundamental en la supervisión y el cumplimiento de las disposiciones de la regulación. La idea es garantizar que las normas se apliquen de manera uniforme en todos los Estados miembros, lo que es esencial para mantener la integridad de los procesos electorales en toda la Unión Europea.
Según el eurodiputado, se trata «una estandarización de la normativa», aplicada a nivel europeo.
La implementación de esta regulación involucrará a todos los actores que participan en las campañas políticas en línea, incluyendo a los partidos políticos y las ONG. Según Arias, «tanto el patrocinador como el proveedor de servicios que lanzara la campaña tendrían responsabilidades con respecto a la información difundida».
Una de las cuestiones clave de esta propuesta es la creación de un repositorio donde todos los mensajes de campañas políticas deben ser almacenados durante un período de tiempo determinado. Es un proyecto en ciernes: Arias señaló que «el repositorio ni siquiera está todavía aprobado».
Otro aspecto crucial de es el mecanismo de garantía de transparencia, sobre todo a la hora de concienciar sobre el financiamiento de las campañas, ya que, según señaló el eurodiputado, «no podemos dejar en manos de las empresas privadas algo que transforma radicalmente nuestras vidas».
Por eso, este mecanismo obligará a adjuntar información sobre las entidades que financian los contenidos y difusiones, para aportar contextos y permitir que el ciudadano sea consciente de los intereses en juego.
También limita el uso de datos datos específicos y prohíbe el uso de datos sensibles, como la raza, la religión y la orientación sexual, en campañas electorales.
Arias Echeverría explicó: «Hay una prohibición de uso de datos sensibles. Además, hay cuatro categorías de los datos que se pueden utilizar en la campaña electoral: uno, el idioma; dos, la ubicación; tres, el género; y cuatro, la edad. Los demás estarán prohibidos». Estas restricciones están diseñadas para proteger la privacidad de los ciudadanos y evitar la discriminación en la publicidad política.
También protegen al ciudadano: «Los datos de millones de personas [...] valen mucho dinero, porque cuando tú gestionas esos datos, los monetizas y por tanto recoges una serie de beneficios indecentes».
Esta regulación se cimienta sobre bases que ya están establecidas: la primera es la Digital Markets Act (DMA), que ya se aprobó hace prácticamente un año y que establece las bases para la regulación de servicios de medios en línea en la Unión Europea. La segunda es el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), la Ley de Protección de Datos, que también se aprobó en la legislatura pasada.