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13 de septiembre de 2024

Altar improvisado instalado en homenaje al pequeño Mateo

Altar improvisado instalado en homenaje al pequeño MateoEFE

Del odio en las redes a la censura: el asesinato de Mocejón da alas al Gobierno para silenciar discursos

En plena crisis migratoria, al Gobierno no le ha gustado que las redes sociales señalasen a la inmigración ilegal como responsable y pretende investigar los mensajes de odio

El terrible asesinato de Mateo, el niño de 11 años muerto en Mocejón (Toledo), ha devuelto a la actualidad la necesidad de limitar los mensajes que se vierten en las redes sociales y el anonimato de aquellos que las utilizan para criminalizar o lanzar acusaciones difamatorias.

La Fiscalía investigará los mensajes «falsos» y de «odio» contra menores inmigrantes que han aparecido en redes sociales tras este suceso y eso ha despertado cierto rechazo por el motivo que se ha esgrimido desde el Gobierno para hacerlo.

Mensajes falsos

Fuentes del Ministerio Público han confirmado que están estudiando «la trascendencia jurídico penal de determinados mensajes difundidos en los últimos días, fundamentalmente a través de redes sociales, en los que se criminaliza de forma generalizada a personas extranjeras difundiendo mensajes falsos».

Poner fin a estos mensajes y perseguir a sus ideólogos entra dentro del sentido común. Ya es un sinsentido lanzar determinados mensajes amparados en el pozo de miseria moral de una red social y no recibir castigo.

Desde hace tiempo los gobiernos de medio mundo piden que se limite el acceso a las redes sociales

Desde hace tiempo los gobiernos de medio mundo piden que se limite el acceso a las redes sociales y se identifique a todo aquel que tenga una cuenta para que sea responsable de sus palabras. Algo así como un DNI por usuario.

Una utopía porque eso supondría poner en marcha una limpieza de X, Facebook o Instagram que dejaría a estas redes sociales en el esqueleto y con muy poca masa con la luego puedan negociar la publicidad y otros negocios derivados del big data de sus millones de usuarios.

Censura en redes

En España, que fuentes del Gobierno aprovechen este drama para poner coto a las redes sociales y anuncien que se va a juzgar a aquellos que escribieron que el asesino de Mateo podría ser un mena, es de un oportunismo único.

Este interés no aparece cuando se vierten insultos y amenazas a políticos de derechas o a personajes de según qué ideología, pero curiosamente, en plena crisis migratoria en Canarias, el Gobierno quiere ampliar su máquina de censura y ahora señala a las redes sociales.

El Gobierno quiere poner en marcha el Reglamento Europeo de libertad de medios dentro de su plan de regeneración democrática

Hay que recordar que el Gobierno quiere poner en marcha el Reglamento Europeo de libertad de medios dentro de su plan de regeneración democrática con el fin de incrementar la transparencia sobre la propiedad de las empresas mediáticas y la publicidad institucional, proteger mejor a los periodistas y sus fuentes de información, y reforzar la independencia de los medios públicos.

El control de las redes sociales es necesario, pero es un asunto muy delicado. El propio Elon Musk, propietario de X, compró esta red social para, entre otros fines, liberarla de la ideología woke y siempre se ha mostrado reacio a censurar opiniones. Una vez que estas plataformas se han convertido en vertederos de noticias falsas y en un campo de batalla ideológico, limpiar todo esto será una tarea complicada.

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