Google en pedazos, el gran buscador que no supo encontrar el futuro
El gobierno de EE.UU. el que estudia pedir a Google que se deshaga de su navegador Chrome y que abra la Google Store a la competencia
Hubo un día en el que internet no era nada. Encontrar algo en una interconexión de ordenadores conectados era imposible. Códigos, comandos, direcciones... una herramienta militar al servicio civil que no interesaba más allá de las aulas de algunas universidades norteamericanas.
Han pasado unos 30 años desde aquello y hoy el 90 % de las búsquedas en internet pasa por Google. No hay competencia capaz de desbancar a un buscador que apeló al 'Voy a tener suerte' para ajustar las respuestas, pero que ahora factura por mostrar tu negocio, tiene un algoritmo secreto para posicionar una web o apaga el escaparate de los medios de comunicación para que sepan quién manda en Internet.
Google y Estados Unidos
Europa es el regulador mundial de todo. Nada está permitido y hay que pelear mucho ante mucha gente para demostrar que tu idea merece la pena. Aunque sus multas a Google por monopolio han sido millonarias, ahora es Estados Unidos, el país que vio crecer el ecosistema de Alphabet el que quiere que ese negocio millonario quede desmembrado para evitar que siga devorando el mercado.
El gobierno de EE.UU. estudia pedir a Google que se deshaga de su navegador Chrome y que abra la Google Store a la competencia. Todo esto ocurre después de que el pasado 5 de agosto un tribunal federal dictaminara que había incurrido en prácticas ilegales para preservar su monopolio en los motores de búsqueda.
El gobierno de EE.UU. estudia pedir a Google que se deshaga de su navegador Chrome
El Departamento de Justicia, junto con 17 estados, ha demandado a la compañía por de ejercer un «triple monopolio» en el mercado publicitario digital, lo que afectaría tanto a los editores como a los anunciantes. La demanda ofrece una solución: la división del negocio publicitario de Google para fomentar la competencia.
Respuesta de Google
El núcleo de la acusación del Departamento de Justicia es que Google controla tres aspectos clave de la publicidad en línea: la tecnología que los principales editores de sitios web utilizan para ofrecer espacios publicitarios, las herramientas que los anunciantes emplean para comprar esos espacios, y el mercado de intermediación que conecta a editores con anunciantes. Esta situación, según los fiscales, le otorga a la empresa una ventaja abrumadora y perjudica tanto a los anunciantes como a los editores.
El núcleo de la acusación del Departamento de Justicia es que Google controla tres aspectos clave de la publicidad en línea: la tecnología que los principales editores de sitios web utilizan para ofrecer espacios publicitarios, las herramientas que los anunciantes emplean para comprar esos espacios, y el mercado de intermediación que conecta a editores con anunciantes. Esta situación, según los fiscales, le otorga a la empresa una ventaja abrumadora y perjudica tanto a los anunciantes como a los editores.
De todo lo que se puede encontrar en Google, a nadie se le ocurrió preguntar por su futuro o por si la IA sería el nuevo motor de búsquedas. Todo parece depender de una decisión judicial que puede cambiar Internet para siempre.