El Departamento de Justicia de EE. UU. pide a Google vender su navegador Chrome y desligarse de Android
Igualmente, reclama una sanción de cinco años sin entrar al mercado de buscadores
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha pedido a los tribunales varios cambios en el negocio de Google, entre los que se encuentra vender su navegador Chrome o desligarse del sistema operativo Android para rebajar su condición dominante en el sector.
«Google debe vender Chrome de inmediato y por completo, a un comprador aprobado por los demandantes a su exclusivo criterio, sujeto a los términos que el Tribunal y los demandantes aprueben», redactaba en su propuesta de sentencia final. De la misma forma, reclamaba al gigante tecnológico que deje de pagar millones de dólares al año a sus ocios para aparecer como motor de búsqueda predeterminado.
Igualmente, el Departamento de Justicia pide que Google sea sancionado con no poder entrar al mercado de navegadores durante cinco años.
Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de asuntos regulatorios de Google, avisaba sobre las consecuencias que podía tener la separación de Chrome y Android. «Que el Gobierno ponga el dedo en la balanza de esta manera perjudicaría a los consumidores, a los desarrolladores y al liderazgo tecnológico estadounidense», advertía. En el caso de venderse, según la prensa norteamericana, el navegador podría alcanzar un valor de 20.000 millones de dólares.
La Asociación de Internet y Redes Competitivas (INCOMPAS) también alertaba del impacto sobre el mercado y opinaba que el Departamento de Justicia «amenaza con sentar un precedente peligroso para otras empresas del sector privado que podría frenar la inversión en innovación, un resultado que pondría en riesgo la seguridad nacional estadounidense y la capacidad de Estados Unidos para competir en el escenario global».
La ley antimonopolio
La empresa tecnológica ya estaba bajo la lupa después de que el pasado agosto sufriera un golpe judicial: un juez federal declaró que violó la ley antimonopolio entre los motores de búsqueda. Aún no se sabe la sanción, pero se prevé que la recurran y que el proceso acabe en el Tribunal Supremo.
Al mes siguiente, en septiembre, Google tuvo que afrontar un nuevo juicio después de que fuera acusado del desvío del gasto publicitario de los editores a su propio negocio publicitario.