Ciencia
1905, el año milagroso en el que Einstein revolucionó la física
Sus cinco trabajos relacionados con la mecánica clásica, electromagnetismo y termodinámica sentaron las bases de multitud de investigaciones que todavía hoy se siguen discutiendo
Científicos del EHT acaban de revelar la primera imagen de un agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia, uno de los objetos más enigmáticos de la astronomía predicho por Albert Einstein en su Teoría de la relatividad general.
Con apenas 26 años, un joven Albert Einstein revolucionó la física desde su oficina de patentes en Berna. Sus cinco trabajos relacionados con la mecánica clásica, electromagnetismo y termodinámica sentaron las bases de multitud de investigaciones que todavía hoy se siguen discutiendo.
Era 1905 y el joven Albert Einstein era un simple empleado en la Oficina de Patentes de Berna, en las que evaluaba solicitudes bastante indolentes. Él mismo reconocería en una carta escrita ese año que tenía «ocho horas para perder el tiempo».
Precisamente en esas horas, Einstein se aficionó a estudiar problemas científicos sin solución hasta el punto que publicó varios trabajos en la revista Annalen der Physik sobre las tres grandes ramas de la física de la época.
El físico Roberto Empara, autor de Iluminando el lado oscuro del universo, comentaba a BBC que «es sorprendente que alguien joven y desconocido, vaya directamente al grano en los principales problemas». «Pero Einstein tenía instinto para identificar los problemas importantes, reducirlos a su esencia y avanzar».
Walter Isaacson, en su biografía Einstein: su vida y su universo, explicaba que «su imaginación visual le permitía dar saltos conceptuales que escapan a otros pensadores más tradicionales».
En su primera investigación, publicada en junio de 1905, Einstein aplicó las ideas de Planck al efecto fotoeléctrico para explicar que la luz podía comportarse como un conjunto de partículas a las que llamó «cuantos de luz», aunque luego se conocerían como fotones. Esta idea, revolucionaria para su época, le supuso ganar el Nobel de Física en 1921.
En agosto, Einstein publicaría un método de dos ecuaciones para medir el tamaño y la masa de las moléculas a través de los datos sobre viscosidad y difusión de partículas en agua. Por esta investigación consiguió el doctorado en la Universidad de Zúrich.
También en 1905 escribiría sobre el «movimiento browniano», un fenómeno observado por Robert Brown en 1827 aunque no explicado. Einstein lo atribuyó a partículas suspendidas que se movían al ser colisionadas por otras de agua, que a su vez se movían por efecto del calor. Esta explicación serviría posteriormente como prueba para la existencia de los átomos.
En septiembre de ese año, Einstein publicaría su artículo más famoso: el de la relatividad especial. Según él mismo confirmó, con 16 años se había planteado cómo se vería un rayo de luz si uno viajara al lado a la misma velocidad. Así, acabó con la idea del tiempo y espacio absolutos, además de confirmar que la velocidad de la luz era una constante universal.
Por último, el científico alemán plantearía la famosa fórmula E=mc² en noviembre, culminando así un año milagroso. Según su teoría, el aumento de energía causa un aumento proporcional en la masa, lo que impediría alcanzar la velocidad de la luz.