¿Es legal clonar mascotas en España, como hizo Javier Milei con su perro?
Javier Milei, de 53 años, es ya el presidente electo de Argentina. El economista, que barrió a su rival, Sergio Massa, por tres millones de votos de diferencia en la segunda y última vuelta de los comicios, ha salido catapultado a la Casa Rosada tras años consagrado como uno de los personajes más mediáticos de la televisión transandina.
Varios han sido los detalles biográficos que ha compartido Milei durante su larga trayectoria como tertuliano político y económico, una posición desde la que, intervención a intervención, fue captando la atención de un número cada vez mayor de compatriotas con su discurso libertario y «anarcocapitalista».
Uno de ellos es su amor incondicional por sus perros, cuatro mastines a los que bautizó con los nombres de sus economistas de cabecera y que clonó de Conan, el can de esa raza al que cuidó como si fuera su «hijo» hasta su muerte, en 2017. Milei, que recurrió a un laboratorio en Estados Unidos, entendió el proceso como «una forma de acercarse a la eternidad». Pero, ¿y en España? ¿Es legal hacerlo?
Al igual que en muchos otros países, la clonación de animales no cuenta con una regulación específica y desarrollada en el nuestro. Por ello, existen al menos dos empresas, una en Barcelona y otra en Marbella –amén de un instituto privado dedicado a la investigación y experimentación–, que ofrecen este tipo de servicios.
La empresa marbellesa se llama Ovohorse & Ovoclone y, según refiere en su página web, «nace de la veteranía en reproducción asistida humana de Ovoclinic y Ovobank; un grupo formado por más de 150 profesionales especializados en reproducción asistida humana, genética y criopreservación con más de 20 años de experiencia».
La firma establecida en Málaga tiene capacidad para clonar «perros, gatos, caballos y camellos, entre otros animales» por un precio que no indican en la web, pero que con seguridad asciende a decenas de miles de euros, habida cuenta de las cifras en las que se mueve el sector.
La empresa, que garantiza un ejemplar «genéticamente sano e idéntico a uno existente» y al que «se someterá a pruebas veterinarias para garantizar que se encuentra en buen estado de salud», necesita una muestra de ADN para comenzar el proceso.
«Puede ser una muestra crioconservada o, en el caso de un animal valioso con un final prematuro, de una biopsia (tejido cutáneo) inmediatamente después de su muerte», detallan. A partir de ahí, prosiguen, «necesitaremos extraer el núcleo de un óvulo (de la especie indicada) para poder fecundar este óvulo –sin genes propios– con la muestra de ADN. La unión de este óvulo fecundado dará lugar a un embrión».
Caballos, el filón del negocio
El Debate no ha podido ponerse en contacto con esta empresa para recabar más detalles, pero sí que lo ha hecho con Embryotools, fundada en 2013 (fue pionera en España y durante muchos años la única dedicada a la clonación animal) y con sede en la capital catalana.
En su caso, la compañía está especializada en caballos, pues se trata de los animales con más demanda de réplica y, por tanto, con los que hay más experiencia en el proceso.
«Son animales normalmente de competición, que tienen un alto valor de mercado y competitivo», desgrana al otro lado del teléfono Enric Mestres, responsable de laboratorio de Embryotools, que admite que se trata de un negocio aún «desconocido» en España.
El perfil del cliente: propietario de caballo o deportista de competición equina al que le interesa clonar al animal por motivos económicos, deportivos o sentimentales. Suele ser español, pero también abundan de otros países.
Mestres explica, no obstante, que la mayor parte de las solicitudes que reciben son de preservación del material genético del cuadrúpedo. Esto forma parte de la primera fase del proceso, tiene un coste mucho menor –la clonación como tal oscila entre los 50.000 y los 100.000 euros– y sirve para que el propietario conserve una muestra que le sirva para iniciar posteriormente el procedimiento de réplica en caso de que así lo decida.