Consumir ciertos alimentos está prohibido por los problemas que pueden ocasionar a los sistemas de la nave o estación espacial en condiciones de ingravidez. Uno de ellos es el pan, ya que las decenas de migajas que se desmenuzan al partir un trozo pueden introducirse por accidente en los ojos de un astronauta, interferir con equipos y producir un cortocircuito, o incluso ser absorbidos por un conducto de ventilación, atascarse y provocar un incendio.
En su lugar, las agencias espaciales sí permiten llevar tortitas, ya que no dejan migas, son más duraderas y ocupan menos espacio.
La misma lógica se aplica a la sal y la pimienta, cuyos granos pueden ser inhalados accidentalmente, por ejemplo.