Dos empresarios planean volver en submarino al Titanic un año después de la tragedia del Titan
El próximo 22 de junio se cumplirá un año desde que, tras cuatro días de agónica búsqueda, la Guardia Costera de EE.UU. revelara el fatal desenlace del sumergible Titan, operado por la compañía turística OceanGate, cuando descendía al pecio del Titanic con cinco personas a bordo.
La «catastrófica implosión» –como lo definieron las autoridades– del vehículo debido a la presión estuvo determinada por la falta de controles de seguridad y los materiales endebles del sumergible, tal y como avanzaron antiguos trabajadores y clientes de OceanGate y confirmaron análisis posteriores, y es por eso que otros empresarios aspiran ahora a retomar esa senda tras aprender de los errores del Titan y enmendarlos.
En concreto, los proponentes de esta nueva iniciativa son el inversor inmobiliario Larry Connor y el cofundador y director ejecutivo del fabricante de sumergibles Triton Submarines Patrick Lahey. «Quiero mostrarle a la gente de todo el mundo que, si bien el océano es extremadamente poderoso, puede ser maravilloso y placentero y cambiar la vida si se aborda de la manera correcta», ha declarado el primero a The Wall Street Journal.
La idea, de hecho, surgió pocos días después de la catástrofe, cuando Connor llamó a Lahey y le alentó a construir un submarino que pudiera sumergirse «de forma repetida y segura».
El director de Triton Submarines fue una de las numerosas voces de dentro de la industria que no escatimó en críticas a OceanGate y su director y fundador, Stockton Rush, tanto antes como después de la tragedia por la falta de seguridad y garantías del Titan. En una entrevista con el diario The Times tras el incidente, calificó la actitud imprudente y temeraria por la que se caracterizaba la gestión empresarial de Rush como «depredadora».
Fabricante de sumergibles
Lahey fundó Triton Submarines en 2008 junto a su socio Bruce Jones y, a diferencia de OceanGate, que operaba viajes y expediciones con su propia flota, su modelo de negocio es el de la construcción de submarinos a medida para terceros con fines de investigación, filmación, exploración de aguas profundas y turismo de alto nivel.
Hasta la fecha ha entregado a diversos clientes cerca de 25 sumergibles con precios que oscilan entre cinco y 40 millones de dólares. Entre sus accionistas se encuentra el cineasta y director de Titanic James Cameron.
Para el nuevo descenso al pecio del mítico transatlántico, del cual no se ha anunciado todavía fecha, Connor y Lahey planean usar un submarino llamado Triton 4000/2 Abyssal Explorer. El vehículo tiene dos plazas y el número 4000 hace referencia a los metros que puede descender. El pecio del Titanic, en este sentido, se encuentra a unos 3.820 de profundidad.
Por su parte, Connor es un entusiasta de las expediciones submarinas y ha participado en varias inmersiones profundas en el Pacífico junto a Lahey.