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Cohete Atlas V de United Launch Alliance con la nave espacial CST-100 Starliner de Boeing, en Cabo Cañaveral (Florida)

Cohete Atlas V de United Launch Alliance con la nave espacial CST-100 Starliner de Boeing, en Cabo Cañaveral (Florida)EFE/NASA

La nave Starliner volará en los próximos días al espacio con dos astronautas pese a tener una fuga de helio

Boeing y la NASA consideran que no es un problema que pueda comprometer la seguridad de la cápsula en su viaje a la Estación Espacial Internacional

Las multinacionales Boeing y United Launch Alliance, en colaboración con la NASA, intentarán lanzar finalmente la cápsula espacial Starliner este sábado, 1 de junio, sin esperar a la reparación de la fuga de helio que sufrió una de las válvulas hace dos semanas.

Con la decisión, la prueba de vuelo tripulado queda fijada para este 1 de junio a las 18:25 hora peninsular desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida. La nave, desarrollada por Boeing, viajará a bordo del cohete Atlas V de United Launch Alliance (ULA), que transporta a los astronautas de la NASA Butch Wilmore y Suni Williams a la Estación Espacial Internacional (EEI). Con Starliner, Boeing pretende competir directamente con SpaceX y sus cápsulas Crew Dragon, los únicos vehículos que llevan astronautas a la EEI desde suelo estadounidense actualmente.

Se trata de la cuarta fecha de lanzamiento anunciada en el lapso de menos de un mes. Inicialmente, esta programada para el 6 de mayo, pero un problema con una válvula de oxígeno en la etapa superior del cohete obligó a postergarlo hasta el 17 de mayo, cuando se detectó la fuga de helio con la que se terminará lanzando igualmente la nave sin haber subsanado el fallo.

Problema menor

Las razones que alega Boeing, tras analizarlo en profundidad, es que el escape afecta a solo uno de los 28 propulsores del sistema de control RCS, por lo que no representa un problema de seguridad. Incluso aunque aumentara 100 veces, dijo Steve Stich, responsable del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, tampoco lo sería.

Por su parte, Mark Nappi, director del Programa de Tripulación Comercial de Boeing, señaló el pasado viernes que reparar la fuga es un proceso «bastante complicado» que implicaría que la nave volviese a la fábrica de la compañía para ser desmontada, lo que conllevaría un nuevo retraso incluso mayor que los anteriores. Y es que, dijo Stich, las fugas de helio son frecuentes en los vuelos espaciales: los transbordadores espaciales las sufrieron en ciertas ocasiones y algunas cápsulas Crew Dragon también.

La misión servirá para probar todos los sistemas de la nave espacial antes de iniciar los vuelos regulares el año que viene. En el caso de que el clima impida el vuelo, la NASA volverá a intentarlo los días 2, 5 o 6 de junio.

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