Fundado en 1910
Océano profundo

Océano profundoPixabay

Solo el 25 % del océano ha podido ser estudiado: el último proyecto para cartografiar los fondos marinos

La iniciativa Seabed 2030 trabaja para obtener una imagen detallada del lecho oceánico, esencial para la instalación de cables submarinos, el monitoreo de tsunamis y la previsión del aumento del nivel del mar debido al cambio climático

Los fondos marinos, que cubren el 75 % de la superficie terrestre, siguen siendo menos cartografiados que la Luna. No obstante, desde 2017, la iniciativa Seabed 2030 trabaja para obtener una imagen detallada del lecho oceánico, esencial para la instalación de cables submarinos, el monitoreo de tsunamis y la previsión del aumento del nivel del mar debido al cambio climático.

Cuando el proyecto comenzó, solo un 6 % del fondo marino estaba mapeado con precisión. Gracias a datos históricos, sónares de barcos industriales y avances computacionales, se ha logrado cartografiar el 25 % del océano. «A medida que juntamos más datos, obtenemos esta hermosa fotografía del fondo marino, es como enfocarla», explica Vicki Ferrini, investigadora del Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia.

A pesar de los avances en la observación satelital, el estudio del lecho marino enfrenta un obstáculo clave: el agua impide el uso de métodos ópticos. Solo el sónar, que emite ondas acústicas y recoge su eco, permite explorar grandes profundidades. Tradicionalmente, se utilizaban sónares de un solo haz, que solo registraban un punto a la vez.

Sin embargo, no existe un sistema estandarizado de recopilación y gestión de estos datos. Los barcos capturan imágenes con distintas resoluciones y factores como la turbidez del agua afectan su calidad. Seabed 2030 trabaja en normalizar estos registros. Aunque el proyecto se ha fijado objetivos de resolución de 400 metros cuadrados por celda, la falta de financiación y el creciente interés geopolítico en áreas como el Ártico complican la labor.

El desarrollo de inteligencia artificial y plataformas autónomas podría acelerar el proceso. «A medida que empezamos a juntar cada fragmento y completamos la imagen, empezamos a ver estos increíbles canales serpenteantes en el lecho marino que parecen exactamente como lo que vemos en la tierra», detalla Ferrini. «Es hermoso».

Mientras la comunidad internacional debate la explotación minera del lecho oceánico, Ferrini advierte: «Necesitamos tener datos para tomar decisiones informadas y todavía no los tenemos».

comentarios
tracking