'El Hormiguero'
'Camera Café' sale del pasillo y entra en el cine
Ernesto Sevilla debuta como director cinematográfico con la versión de la famosa serie televisiva: «Yo le pido a los fans que se relajen, que dejen los prejuicios en la puerta», pidió el albaceteño
El humorista albaceteño Ernesto Sevilla, invitado platino del programa, y el actor y presentador valenciano Arturo Valls, al que en breve volveremos a ver presentar Mask Singer en la misma cadena en que anoche fue entrevistado, fueron a divertirse a El Hormiguero con la presentadora sustituta Nuria Roca. Los ha unido una aventura cinematográfica de origen televisiva, Camera Café, que dirige el primero –es su opera prima– y produce el segundo.
Han recuperado a «casi todo el elenco original» y han incorporado nuevos fichajes, entre ellos a Ibai, que realiza un cameo. Se estrena el 25 de marzo en los mejores cines, «y también en los peores», precisó Valls.
Dirige Sevilla, quien lanzó un ruego a los seguidores de la serie televisiva, que se emitió en Telecinco entre 2005 y 2009. «Yo le pido a los fans que se relajen, que dejen los prejuicios en la puerta. Que entiendan que una película de Camera Café no puede ser una hora y media con la cámara en la máquina del café. Tiene que moverse más. Camera Café era una tira cómica, así que hemos intentado darle más profundidad». «Hemos salido del pasillo. Eso hay que dejarlo claro. La gente que quiera ver hora y media del pasillo, de plano fijo, no. Pensamos que sería casi como cine experimental sueco, y no. Esto para taquilla a lo mejor no venía bien. Salimos de la oficina por fin», detalló Valls. «Es capaz de mover la cámara como Scorsese», bromeó el valenciano sobre el albaceteño. Éste le devolvió el elogio: «Es un actor fontanero. Se mete en el personaje en el momento. No da problemas», dijo sobre el valenciano. Contó Valls que a José Luis Cuerda le iban a veces con dudas los actores del método, sobre cómo abordar el personaje y esas cosas de actores. El director de Amanece que no es poco los despachaba con dos palabras: «¡Hágalo, hágalo!».
El que más se metió en el papel fue, no obstante, Sevilla. Durante el rodaje, tomaba siete u ocho cafés al día. «No he visto a nadie tomar tanto café como él. ¿Qué hubiese ocurrido si llegamos a hacer Narcos?», bromeó Valls.
El humorista siguió esta noche cultivando su fama de crápula. Sevilla es capaz de salir doce horas seguidas, si bien ahora lo hace menos, por aquello de la resaca, que en su caso es más dolorosa al segundo día de fiesta que al primero. Entre sus grandes juergas, rescató aquella en la que acabó en casa de un narcotraficante. «Lo conocí una noche de fiesta. Estuve toda la noche con él sin saber a qué se dedicaba. Fuimos a su casa. Abrí un cajón para coger una cosa y había una pistola ahí. Me fui a mi casa y me acosté».
Motos y Barrancas, de baja
Al principio del programa, intervino desde su casa Pablo Motos, baja al frente del programa por coronavirus. «Me hice un control rutinario. Lo hago día sí, día no. De repente, di positivo. No tengo ningún síntoma, salvo la voz tomada. Pedir disculpas. Espero estar pronto», explicó. «En el momento que dé negativo, ya puedo volver. No paro de meterme palitos», añadió.
No fue la única baja que tuve esta noche El Hormiguero. Trancas «está un poco pocho», explicó Barrancas cuando le tocó salir de debajo de la mesa. Le arrancó al director de nuevo cuña una confesión. Que en sus tiempos de estudiante fue grafitero. Firmaba «Sevi».