Jonah Hill es el actor que peor habla en el cine. No el peor vocaliza, sino el que más tacos utiliza en su filmografía, con 376 palabrotas. Después de Moneyball: Rompiendo las reglas, una de las mejores películas deportivas del siglo XXI, Jonah Hill participó en títulos como Django desencadenado y El lobo de Wall Street que no estaban precisamente cargados de buenas intenciones. Si a eso unimos cintas como Supersalidos, Infiltrados en clase e Infiltrados en la universidad, el primer puesto de Jonah Hill puede que no sorprenda tanto como parece.