Bruce Willis se retira por afasia, el inesperado final de John McClane
Una de sus hijas ha anunciado el adiós a las pantallas del actor, diagnosticado de esta enfermedad cognitiva que afecta principalmente al habla
Bruce Willis se retira y algunos casi nos retiramos con él. Casi no se puede entender por qué Bruce Willis se retira a pesar de que lo entendamos. Si se retira Bruce Willis ya no quedan Boy Scouts, porque ya saben que era el último. Ni siquiera a la Luz de Luna, donde algunos nos enamoramos para siempre de Cybill Sheperd o de Kim Basinger en una Cita a Ciegas. Fíjense qué cosas que John McClane, el mismo que iba descalzo con los pies ensangrentados, fumando, en camiseta imperio y cargándose (entonces se decía «cargándose») terroristas alemanes en el Nakatomi Plaza con la ayuda a distancia del vecino de Steve Urkel, el padre de Laura Winslow, sufre de afasia.
En 'La Jungla'
A veces los héroes del cine se nos humanizan demasiado bruscamente. Supermán, Christopher Reeve, se nos rompió para siempre al caerse del caballo. El único que ha resistido mucho más que sus personajes fue Kirk Douglas, más duro que cualquiera de ellos. Con permiso de Clint Eastwood, que se saca pistolas de dedo por debajo de la chaqueta y por detrás de las cámaras ríe (y llora) igual que un macho como reía en aquellas fotos con un Paul Newman barbudo que se fue de repente, casi inmaculado y bello en la flor de la vida a los ochenta años.
En La Jungla fue Bruce Willis saltando de liana en liana para sostener(se) su exitosa carrera. Cuando empezaba a decaer supo meterse, o supo encontrarle, el rescatador (ese ratón) Tarantino, para meterle en la piel, ya sin pelo en la cabeza, de un boxeador que acepta un amaño y decide no perder para retirarse lejos. Todo le sale bien hasta que su novia portuguesa se deja el reloj de su padre, que pasó de (m)ano en (m)ano de su familia durante generaciones. En casa le espera el asesino a sueldo John Travolta, otro que cuando diga que se retira nos retirará también a muchos, sentado en el cuarto de baño.
'El Sexto Sentido'
Todo estaba bien y Bruce Willis seguía siendo Bruce Willis, el marido de Demi Moore. Terry Gilliam y los Doce Monos, Luc Besson y El Quinto Elemento, Europa o casi Europa y para compensar Armaggedones y Chacales. Entonces llega Michael Knight Shyamalan y El Sexto Sentido al rescate. Bruce Willis se mantiene en el candelero y en nuestro imaginario como aquellas pelotitas que lograban mantener flotando en el aire al soplar los astronautas de Tom Wolfe en The Right Stuff.
Sus DVD’s ya empiezan, hay que fastidiarse, a coger polvo como los libros. Como los buenos libros
Es la última etapa, larga última etapa en la que Bruce Willis no deja de hacer películas en las que su estrella se va apagando. Ya no quedan Tarantinos y Shyamalan lo mantiene a flote con su Glass. Pero los siguientes y últimos estrenos son intrascendentes para el gran público. Aunque da lo mismo. Lo único importante es que Bruce Willis se retira por una enfermedad cognitiva y aparte de retirarnos un poco, nos retira también una parte de nuestra vida, casi como si de la pantalla la colocara en una estantería, metida dentro de sus DVD’s que ya han empezado, hay que fastidiarse, a coger polvo como los libros. Como los buenos libros.