The Crown llega, por fin, a su quinta temporada y, con ella, a los años 90, una década especialmente convulsa para la monarquía británica. A raíz de la proximidad del 40º aniversario del reinado de Isabel II, ésta reflexiona sobre su reinado, durante el cual ha podido conocer a nueve ministros, la implantación de la televisión en los hogares y el ocaso del Imperio británico. Ahora, sin embargo, tendrá que hacer frente a problemas familiares como el de su hijo, el príncipe Carlos (Dominic West), quien quiere divorciarse de Diana (Elizabeth Debicki) y la crisis constitucional que esto supondría para la monarquía.