Lo que la primera dama de Estados Unidos dijo al oído a Pablo López

Pablo López tiene nuevo single. Se titula Quasi y es un tema experimental, cantando sobre una base electrónica. Habitualmente, los cantantes van a El Hormiguero a promocionar sus discos. El artista de Fuengirola acudió a presentar un sencillo. Ventajas de ser amigo del presentador.

¿Qué has hecho?, preguntó Motos para abrir boca. «Intentar comunicarme con la música, pero me vuelvo loco… Un amigo me dijo que había hecho 'vanguardia de mí mismo'», fue lo primero que dijo de la canción, con la que cree que se ha tirado al barro. Vamos, que se ha mojado.

«Iba a salir el 9 de diciembre, pero sale hoy», anunció el propio compositor. Es decir, se estrenó –parcialmente– en el programa de su amigo Motos, al que se la envió por WhatsApp tiempo atrás para ver qué le parecía.

¿Cuál fue el recorrido de la canción? «Pasó de todo. Hay una amiga que se llama Laura Pausini que quería que le escribiese una canción hace mucho tiempo. Es en honor de ella lo de Quasi. Es 'casi' en italiano. Casi acabo escribiéndole una canción. Estuvo a punto de ser para Raphael, hasta que me di cuenta de que solo podría gritar y volar de esa manera yo con ella».

Motos sostiene que López se embaraza de las canciones. Las siente a flor de piel. Literalmente. Se ha hecho un tatuaje con el colibrí que ilustra la portada del sencillo. Alguien muy cercano lo imitará: «Hay un amigo, Lolo, que viene a casa de vez en cuando. Y a lo mejor no viene ni a tatuar, pero acaba tatuando. Mi madre se enfada mucho conmigo, pero ha decidido que se va tatuar ella también el colibrí».

Entre sus fans figura, desde poco tiempo, la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, para la que cantó El patio en una fiesta celebrada en la embajada española de ese país el pasado junio. No estaba previsto que actuase, pero lo acabó haciendo. Entre los espectadores estaba Alejandro Sanz, parapetado tras unas gafas de sol aunque el encuentro fue de mañana.

Tras tocar el tema al piano, la reacción de Biden sorprendió: «Me abrió los brazos y me abrazó un rato largo. Estuve a punto de darle mi WhatsApp», bromeó. «Y me decía: '¡Oh boy!, ¡oh, boy'. Saquen sus conclusiones –se dirigió al público del plató–. Yo creo que quería decir algo en plan 'no veas chaval cómo estás tú de la cabeza'». «He de decir que fue una experiencia maravillosa», concluyó el de Fuengirola.

El pasado mes tuvo un encuentro con otra ilustre, la actriz Glenn Close, que visitó el Palacio de Liria. Allí se encontró con Pablo López al piano. Ella cantaba, y el andaluz intentaba acompañarla. Pero de vez en cuando la intérprete se acercaba y le recordaba que no acababa de dar con el tono. Pasó «fatiga» con esta falta de compenetración.