Las dos veces que Ágatha Ruiz de la Prada estuvo más cerca de morir

«Hoy he venido muy umbralina», dijo de entrada Ágatha Ruiz de la Prada, que lucía un vestido diseñado –y estrenado– para la ocasión. Llegó con ganas de hablar: «En mi casa toda la vida se ha hablado de quién tenía conversación. No tener conversación es de mala educación», sentenció esta grande de España, «grande de primera», matizó, remarcando que ostenta la categoría máxima..

¿Por qué ha escrito Ágatha Ruiz de la Prada. Mi historia?: «Primero, está muy de moda hablar de sí mismo. Segundo, todo el mundo está contándolo todo». Tuvo muchas ofertas: «Me lo propusieron como veinte personas». Pero no dijo sí hasta que llegó la propuesta de Ymelda Navajo, ex editora de Planeta, que después creó La Esfera de los Libros, «la mejor editora de España».

En el libro cuenta sus intimidades, como una relativa a la forma de cierta parte de su cuerpo. «Yo estuve a punto de morirme en los dos partos. Me dijeron: 'Si hubieras sido cincuenta años antes, te habrías muerto'», confesó. Explicó el motivo: tiene el útero en forma de corazón. «Y eso me lo ha dicho mi ginecóloga, que además es mi mejor amiga», avaló. «Al tenerlo en forma de corazón se me quedaba la placenta pegada, y no sale bien. Yo me iba cómo desangrando a lo bestia. Me ha traído mucha suerte el corazón en todo menos en lo del útero… Hay muy pocos en forma de corazón», se extendió en la explicación Ruiz de la Prada, que es conocida por el reiterado uso del corazón en sus diseños.

No se considera pija, en el sentido de «niña bien». «Yo no soy pija, pero mi hija sí lo es. Ella quería ser pija y lo ha conseguido». Pero tiene tics: «De las cosas que yo hasta más dinero es en rizarme el pelo. Puede costarte desde 15 euros hasta 200 euros, depende de lo amiga que seas del peluquero».

En el libro ajusta cuentas con su progenitor, arquitecto. «Mi padre no era una buena persona. Y es una cosa de los Ruiz de la Prada. Le gustaban mucho las señoras. Cuando te gustan tanto las señoras, anteponemos eso a todo lo demás. Tenía muchas amantes. Yo tenía mucha relación con casi todas sus amantes», recordó.

Le gustan los hombres como su padre, del tipo «canalla». Lo de que sean guapos le da igual. «Me han gustado muchos los feos. Y los bajitos, porque son más listos».