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El sevillano El Charro de Triana fue uno de los triunfadores de la primera noche de 'Cover Night'

El sevillano El Charro de Triana fue uno de los triunfadores de la primera noche de Cover NightLa 1

Cover Night

Éramos pocos (cantantes) y parió La 1

Todo suena a ya visto y escuchado –y no solo las canciones– en el nuevo espacio de versiones de la primera cadena. La química entre los políticamente incorrectos Bosé y Naranjo, lo mejor

Ruth Lorenzo hizo de Mónica Naranjo cuando Sobreviviré. Mónica Naranjo fue un cruce entre Lady Gaga y la señorita Rottenmeier. Bosé hizo de Risto en Operación Triunfo. Y Chanel hizo de Edurne en Got talent. Todo tiene sentido porque lo que se estrenaba era un programa de versiones. Mejor dicho, otro programa de versiones. Vuelve a apostar La 1 por la música en prime time. Lo hizo, hace unos meses con Dúos increíbles. Más atrás en el tiempo está Operación Triunfo, cuya última edición quedó un tanto lastrada por la pandemia. Ahora vuelve a la carga con Cover Night. Siendo programas diferentes, hay un hilo común: las versiones.

Nos explicamos.

Ruth Lorenzo hizo de Mónica Naranjo porque lo mejor de la noche fueron sus dos actuaciones –la segunda de ellas una improvisación de segundos–, donde desplegó su prodigiosa y eurovisiva voz. Da gusto cuando un artista curtido juega a las versiones, y aprovechamos la ocasión para reivindicar una segunda temporada de A mi manera, aquel programa de La Sexta en el que Mikel Erentxun demostró que toda canción tiene una vuelta de tuerca maravillosa. Le vendría bien repasarlo a algunos de los participantes en Cover Night.

Consejos de La Naranjo

Mónica Naranjo mutó en Lady Gaga –hablamos de estilismo– y señorita Rottenmeier –hablamos de sus comentarios contundentes–. La barcelonesa ya es una gran dama de la canción al que el papel de jueza le viene como anillo al dedo. Es también un animal televisivo, un camaleón en concreto, puesto que lo mismo te revoluciona La isla de las tentaciones que el plató de Cover Night, donde suelta verdades como puños: «Te falta trabajo», le soltó a un chaval que vino desde la República Dominicana en busca de una oportunidad. A una profesora de canto que se atrevió con la Jurado –y con una canción que en su día versionó la catalana, Punto de partida– le espetó que le faltó «sensibilidad», y a continuación hizo un dúo con la muchacha para que supiese de qué estaba hablando. Así es La Naranjo, capaz de pasar del hielo al fuego. Como Miguel.

Cuando decimos que Bosé hizo de Risto en Operación Triunfo exageramos un poco. Es porque parece haber asumido el papel de poli malo del jurado. En realidad, Bosé hizo de Bosé: o sea, un tipo sin pelos en la lengua y sin filtros. Eso lo ha sido siempre, cuando ni siquiera habíamos escuchado hacer de Risto. «A mí no me ha aportado nada», juzgó a Joel Reyes, de 51 años. «No es una versión a la altura de lo que Cover Night está demandado», reaccionó cuando escuchó a Elsa Rovayo, La Shica, de 47 años. «Solo la puede cantar un mariquita», le espetó a un muchacho que versionó I Will Survive. Muerde cuando cree que tiene que morder. Es puro exceso. Salió al escenario el sevillano El Charro de Triana, de 41 años, un artista callejero que tras escuchar a Alejandro Fernández decidió cantar rancheras pese a que jamás ha pisado México. «Cuando esto acabe, pase lo que pase, yo te pago un viaje a México. Yo te voy a recibir, y vas a conocer a Alejandro Fernández», anunció Bosé, y El Charro de Triana se emocionó. No era para menos.

El jurado de 'Cover Night'

El jurado de 'Cover Night'La 1

Chanel hizo de Edurne en Got talent. O sea, de buena. No hubo actuación que no le pareciese estupenda y no hubo aspirante que no le pareciese un «artistazo». En el papel de poli bueno fue secundada por Juan Magán, el cuerto juez del programa.

Ellos, los jueces, son las estrellas del programa, especialmente Bosé y Naranjo.

A favor y en contra

Ahora toca juzgar a este nuevo programa.

A favor. Que hay química entre Bosé y Naranjo, que son políticamente incorrectos, lo que se agradece en estos tiempos tan horizontales. Que el programa tiene una banda estupenda. Y que no se cayó en la exaltación de la juventud que, por regla general, suelen tener una presencia anecdótica en este tipo de programas: se vio entre los aspirantes a cuarentones y cincuentones.

En contra. La corta duración de las versiones y la larga del programa (empezó a las 22.50 y acabó a las 01.26 horas). Esto último es un sello de la casa, de Shine Iberia, la gente que hace MasterChef y que ha creado este programa desde cero. Bueno, exactamente desde cero no. Hay –y este es otro punto en contra– muchas cosas que nos suenan a ya visto. Hay cuatro jurados, como coaches en La Voz, y ocupan sillas de respaldo alto (pero que no se giran). De vez en cuando los famosos se bajan de su poltrona y se animan a cantar con los jurados o hacerles mimos en caso de que les hayan dado boleto. Hay familiares en el plató, que cantan sin micrófono al mismo tiempo que lo hacen sus hijos, hermanos, tíos o parejas. Y así podríamos seguir otro párrafo más. Cover Night es, en definitiva, una macedonia de otros programas: todo suena a conocido, y no solo las canciones. Todo parece, en definitiva, ya visto y escuchado. Todo sonó a plato preparado, si nos permiten el guiño por tratarse del equipo que hace MasterChef en España.

De todo esto saldrá un ganador que se llevará 100.000 euros y una catarata de elogios. A los dos meses, el 95% de la audiencia ni recordará su nombre. ¿Que no famoso ganó Dúos increíbles? ¿Quién fue el último triunfador de Operación Triunfo? ¿Y de La Voz? Hay una inflación de este tipo de programas. No hay espacio en el mundo musical para tanto fenómeno vocal. Otra cosa es en la tele. A este paso, todo aquel que cante en España tendrá los diez minutos de fama –televisiva– que pronosticó Andy. Warhol, no el que hace dúo –creíble– con Lucas.

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