
Purgatorio, la película documental del director polaco Michal Kondrat, se estrena en los cines este viernes 10 de marzo
Crítica de cine
'Purgatorio': ¿a dónde van las almas de los que mueren?
El polaco Michael Kondrat dirige esta interesante película documental sobre un tema poco tratado en el cine
El director polaco Michal Kondrat, que ya estrenó en España la película documental Dos coronas, sobre la vida y la obra de Maximiliano Kolbe, nos sorprende con un documental sobre un tema muy poco tratado en el cine: el Purgatorio. En el Catecismo estudiamos la existencia del Purgatorio, como «lugar» donde las almas se purifican antes de entrar en el Cielo. Y normalmente ahí acaba nuestro conocimiento del asunto. Los amantes de la literatura clásica habrán leído La Divina Comedia de Dante Alighieri en la que el poeta florentino nos ofrece una descripción tan intensa como imaginaria del misterioso lugar. Kondrat no pretende añadir su imaginación a la de Dante, sino que va a recurrir a las visiones de los místicos y opiniones de expertos para ofrecernos al menos una sugerente reflexión.
Es el caso de la mística polaco-ucraniana Stefania Fula Horak (1909-1993), que afirmaba ser visitada a menudo por el alma de la también mística Santa Magdalena Sofía Barat (1779-1865). También se le aparecía San Juan Bosco, Santa Teresa de Lisieaux, San Juan María Vianney, Santa Juana de Arco o la mística agustina Beata Catalina Emmerich. Esta historia aparece en el film de forma dramatizada en una recreación de ficción. Curiosamente, según las visiones místicas de Fula Horak, el Purgatorio estaría constituido por círculos, al estilo de La Divina Comedia, cada uno de cuyos círculos purificaría de diversos tipos de pecados. Otro caso que también se cuenta en el documental de forma dramatizada es el de San Pío de Pietrelcina, conocido como el Padre Pío. La película, apoyada por imágenes de archivo, se centra en los sacrificios que el santo místico hacía por las almas del Purgatorio. Tampoco falta la conocida historia de las visiones de Santa María Faustina Kowalska (1905-1938). Un cuarto caso es el de San Stanislao Papczynski (1631-1701), que tenía raptos místicos en los que visitaba al Purgatorio.
Junto a estos personajes históricos, Kondrat incluye historias contemporáneas, ficcionadas, como la de un joven cuyo padre ha fallecido o la de una mujer maltratada que acude a la sepultura de su victimario para rezar por él. En el documental intervienen neurólogos, teólogos, sacerdotes y religiosos, y se abordan asuntos colaterales como el de las almas de los suicidados y de los niños abortados, así como la doctrina cristiana sobre el espiritismo.
En un tema como este es inevitable que en la película encontremos ciertas afirmaciones que no debemos tomar más que como hipótesis sugerentes, y no como dogmas de la Iglesia. Pero por otro lado, Kondrat también ofrece contenidos objetivos de la doctrina católica, como la cuestión del Juicio Final, que siempre debe ser mirado desde la Misericordia, o la necesidad de purificarse en el amor en el Purgatorio.
En definitiva, estamos ante una película muy original, sugerente e interesante, que da mucho que pensar.