La persona que inspiró a Stallone su interpretación de Rambo

Su madre, cigarrera, era la que más dinero traía a casa: «Era algo excéntrica, atrativa, muy muy honesta e impredecible», dice de ella. Sobre su padre, peluquero, se extiende mucho más, y de hecho se convierte en el otro gran protagonista de Sly, el documental de Netflix que repasa la vida de Sylvester Stallone.

«Pasaban de nosotros», dice el hermano de Stallone sobre sus progenitores. Es un hecho. Sly vivió la mayoría de su infancia y juventud en un internado. Pasó por trece colegios en 12 años. Lo mandaron a una escuela militar, en la que el futuro Rambo «no duró ni un mes». Encontró su camino en el cine, donde triunfó con Rocky. Tras el éxito de esta cinta, su padre, celoso, escribió una secuela por su cuenta.

Tras Rocky, la siguiente saga que protagonizó fue la de Rambo. No fue un personaje creado por él, al contrario que el boxeador, pero para darle vida se inspiró en alguien real: «Mi padre era el verdadero Rambo», cuenta en el documental. El joven Sylvester estaba «acostumbrado al dolor intenso» porque lo curtió, a base de guantazos, su progenitor. «No se verbalizaba nada. Todo eran ultimátums físicos», recuerda de aquellos años. «No te metías con este tío. Esa mirada era genética», dice mientras muestra una foto de su padre en el móvil.

Rememora dos episodios de su traumática relación ligados al polo. Una vez, de chaval, el padre se acabó llevando el caballo y lo dejó tirado en el suelo. Ya adulto, cuando era una estrella de Hollywood, montó un partido con estrellas de ese deporte en el mejor campo del mundo, pero su padre le acabó dando un golpe brutal en la espalda, claramente intencionado (hay imágenes que lo acreditan, que se ven en el documental). Sly vendió los caballos, los palos y nunca más volvió a jugar al polo.