El truco de James Cameron para que el set de ‘Titanic’ pareciese más grande

La icónica película de James Cameron estrenada en 1998 en España no solo supuso un éxito durante su llegada a los cines, convirtiéndose en una de las cintas más taquilleras de la historia, sino que también se ha convertido en todo un clásico de Hollywood. Titanic, protagonizada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, se alzó con 11 premios Oscar.

Cameron ha querido desvelar algunos de los secretos del rodaje de la que, en su día, fue la película más cara de todos los tiempos. Lo hacía en una entrevista en Los Ángeles Times, rememorando que la producción de la película costó un total de 200 millones, aunque podrían haber sido muchos más de no ser por los trucos que utilizó el cineasta. Uno de ellos fue la contratación de personas bajitas.

Para que el set pareciese más grande, en un momento en el que aumentar las proporciones de una maqueta no era sencillo porque no existían programas adecuados para tal tarea, James Cameron optó por solucionar este problema colocando a «extras bajitos» por todo el barco. «Todas las personas que medían más de 1,70 metros, no las fichamos. Y, de repente, teníamos un millón de dólares extra por el casting», ha explicado el director.

Otra dosis de ingenio fue desechar por completo el proyecto de fabricar un set entero de rodaje diferente al que ya tenían con una inclinación de 3 grados y no de 6, como el utilizado en el momento del hundimiento. Esa decisión les llevó a ahorrar otros 750.000 dólares. «Si hubiera sido por el estudio, habrían cortado el barco hundiéndose por completo», ha señalado James Cameron.

Además, para el momento clave del choque del transatlántico contra el iceberg, el director de Titanic también se vio obligado a tomar una determinación para abaratar los costes del rodaje. Y es que tal y como se ve en pantalla, todos los interiores del barco se llenan realmente de agua, lo que provocó el destrozo de todas las piezas del decorado. Por ello, estas secuencias se rodaron al final del rodaje, evitando así duplicarlas. La parte externa del barco se cuidó al detalle hasta entonces para no tener que repararla y que se contemplase espléndida durante la inclinación de su proa.