Cine español
La actriz española que fue estrella a comienzos de siglo y «resucitará» en 2024
Pilar López de Ayala regresa este año con dos películas tras siete años alejada de la profesión
A comienzos del presente siglo, la crítica y el público pensaban que sería una actriz de época, de esas que, al final de su carrera, se acaban llevando el Goya de Honor. Tal fue el impacto que tuvo en aquellos tiempos, coronado con el que seguramente sea el cabezón a la mejor actriz más indiscutible de la historia de los premios del cine español. Tras ese galardón llegó un parón, el primero de una carrera guadianesca, marcada por las interrupciones y las reapariciones.
Situémonos en la gala de los Goya de 2002. Esta madrileña de 1978, curtida en la cantera televisiva de Al salir de clase, es la protagonista absoluta de la velada, donde triunfa con Juana la Loca (2001), de Vicente Aranda. Se lleva el premio a la mejor protagonista por un papel, el de la famosa reina española, que también le valió la Concha de Plata de San Sebastián y el Fotogramas de Plata.
Tras el éxito, Pilar López de Ayala decide poner el freno. En una entrevista en Fotogramas le preguntaron si conscientemente se decidió quitar del medio un tiempo. «No estoy segura. Cada trayectoria es diferente. Y la mía, por lo que sea, es de parones. O de pausas».
Reaparece en 2004 con la coproducción El puente de San Luis Rey y, en los años siguientes, lo suyo es un no parar. Obaba (2005), de Montxo Armendáriz, le vale una nueva nominación. Participa en el proyecto más caro del cine español hasta entonces, Alatriste (2006), y es una de Las 13 rosas (2007) de Emilio Martínez Lázaro. La maravillosa En la ciudad de Sylvia (2007), de José Luis Guerín, antecedió a un par de películas, una francesa (Como los demás) y una dirigida por Díaz Yanes (Solo quiero caminar), ambas de 2008, año tras el que se topa una nueva pausa.
Reanuda su carrera rodando como protagonista absoluta con la leyenda portuguesa Manoel de Oliveira (El extraño caso de Angélica, 2010), el fracasado biopic de Lope de Vega (Lope, 2010) y tres filmes en 2011, entre los que destaca Intruders, de Fresnadillo.
Y, a partir de entonces, un nuevo parón. Se muda a Nueva York y estudia Historia del Arte en una universidad pública californiana. En 2014, aparece en la norteamericana Nighy Has Settled (Steve Clark), que no se llega a estrenar en estos lares. Así que por aquí no supimos nada en ella hasta 2016, cuando la vimos en Rumbos, dirigida por Manuela Burló Moreno, junto a Carmen Machi, Karra Elejalde y Ernesto Alterio. En 2017, trabajó en la producción italiana Agadah. Y a partir de ahí otro parón; hasta ahora.
En los últimos tiempos –así lo ha dicho en alguna ocasión–, su inactividad obedece más a la falta de ofertas que a su propia decisión.
En 2024, esta mujer que antaño se ganó a España y hoy tiene 45 años estrenará dos películas. Una es española: El molino, de Alfonso Cortés-Cavanillas, donde comparte pantalla con Claudia Traisac, Asier Etxeandia, Pablo Rivero, Abril Zamora o Imanol Arias. La otra es francesa: En la alcoba del sultán, dirigida por Javier Rebollo, como parte de un reparto en el que también destacan Félix Moati, Ilies Kadri o Jan Budar. Es el regreso de la actriz cuya carrera es como la de ese río que aparece y desaparece, el Guadiana.