Meryl Streep elige el personaje que más odia de toda su filmografía: «Me sentía miserable»

A sus 74 años, Meryl Streep es una de las actrices más aclamadas de Hollywood. Así lo confirman sus tres Oscar y 21 nominaciones en total. Dos de los tres Oscar los consiguió en la categoría de mejor actriz por sus papeles en La decisión de Sophie (1982), y La dama de hierro (2011); el otro, como mejor actriz de reparto por Kramer contra Kramer (1979).

Desde que se graduó, en la década de los 70, la actriz no ha dejado de forjar una extensa carrera interpretativa con papeles tan icónicos como los que realizó en Memorias de África (1985), Los puentes de Madison (1995) o Mamma Mia! (2008), entre otros. Su capacidad como actriz ha provocado que dote de un gran realismo cada trabajo en el que se sumerge. Otro claro ejemplo de ello nos remonta a 2006, cuando tuvo que meterse en el rol de Miranda Priestly, la directora soberbia de una revista de moda, en El diablo viste de Prada (2006).

La película, que está dirigida por David Frankel y está basada en la novela homónima de Lauren Weisberger, tiene también como protagonista a Anne Hathaway, quien da vida a Andy Sanchs, una joven periodista recién graduada que se embarca en el mundo de la moda al aceptar un trabajo como asistente del personaje que ejerce Streep. Para poder transmitir la mayor veracidad posible, Meryl Streep tuvo que dejar a un lado la empatía y la compresión de otros personajes que ha ido interpretando, algo que no resultó fácil para ella.

Por ello, Meryl tomó la decisión de seguir el método Stanislavski para no salirse del rol en ningún momento, lo que le llevó a actuar a cada instante del modo que lo haría Miranda Priestly –personaje inspirado en la editora de Vogue, Anna Wintour. En 2021, en una entrevista para Entertainment Weekly, la ganadora del premio Princesa de Asturias de las Artes 2023 confesó que fue horrible representar aquel papel. «Me sentía miserable cuando llegaba a mi caravana. Podía oírlos a todos riéndose. ¡Estaba tan deprimida! Me dije: '¡bueno, es el precio que pagas por ser jefa!' ¡Esa es la última vez que intenté algo con el método!», indicó.

Sobre esto también compartió su experiencia su compañera de reparto Emily Blunt, quien aseguró a The Herald que «recuerdo haber hablado con Meryl Streep cuando hicimos El diablo viste de Prada y ella dijo que era su personaje que menos le gustaba, porque realmente estás desprovista de cualquier simpatía o emoción, y lo entiendo».

Pese al viaje que tuvo que recorrer, Meryl Streep recibió como respuesta por este trabajo el reconocimiento del público y de la crítica y ganó premios como el Globo de Oro a la mejor actriz de comedia y el premio Satellite en la categoría de mejor actriz de comedia o musical, además las nominaciones en los Oscar, los BAFTA y los premios del Sindicato de Actores.