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03 de mayo de 2024

Tamara, protagonista de la cuarta gala de 'MasterChef'

Tamara, protagonista de la cuarta gala de 'MasterChef'La 1

La 1

Una aspirante reta a jueces y compañeros en ‘MasterChef': «No me gusta rodearme de cerdos»

La rusa Tamara asombra al decir en el talent culinario que «ni loca» se dedicaría a la cocina

No se recuerda en MasterChef un pasotismo similar. Quizá lo más parecido fuese aquel recordado arrebato de Saray, cuando se negó a desplumar y cocinar una perdiz y acabó presentando su famosa propuesta «Pájaro muerto en lo alto de un plato». La consultora financiera Tamara (Rusia, 31) fue este lunes la protagonista del programa con su actitud desafiante y desganada, trufada de declaraciones altisonantes y desprecios. Lo más asombroso es que seguirá al menos hasta la próxima gala. Ella deseaba irse, pero la expulsada fue la profesora de inglés Choco (República Dominicana, 37) que, seamos justos, tenía todas las ganas del mundo pero cocinó de pena.
En la prueba inicial las mejores aspirantes se jugaron el pin de la inmunidad (Ángela y Pilar), pero el problema es que además de entre ellas lo hicieron contra María Lo, ganadora de MasterChef 10, quien les pasó por encima. Así que las dos aspirantes se quedaron sin el premio.
En la prueba de exteriores, que tuvo lugar en Guadalajara y a la que asistió el actor Juanjo Ballesta, Tamara empezó a enseñar la patita: «Prefiero no tenerlo cerca», dijo sobre el exlegionario David (Santa Coloma de Gramanet, 27 años) cuando se estaban repartiendo los equipos.
En el reto final, el de eliminación, Tamara dejó a todos pasmados. A preguntas del chef Pepe Rodríguez, que detectó cierta indolencia, la rusa confesó que había ido a MasterChef para «vivir la experiencia» pero que «ni loca» se dedicaría a la cocina. «Son muchísimas horas. Tengo un hijo, tengo un marido...», se excusó mientras alguno de sus compañeros se echaba las manos a la cabeza. Después matizó que a ella lo que le gusta es la parte de gestión, y ella en un hipotético negocio de hostelería se encargaría de eso, dejando la cocina y la sala para otros.
Jordi Cruz se indignó: «En estos doce años que llevamos haciendo MasterChef es la declaración de intenciones más nefasta que he escuchado. Estás hablando con Pepe [Rodríguez], si estuvieses hablando conmigo estarías saliendo por la puerta. Me ofende lo que estás diciendo. Mucha gente lucha por estar aquí. Formamos chefs. La gestión es importante, pero aquí no nos dedicamos a eso. Creo que has respondido a lo loco, desde el enfado. Quiero pensar eso».
A esta bronca siguió una declaración a cámara de la propia Tamara en el confesionario del programa. «Estoy mejor fuera que dentro. No me gusta rodearme de cerdos y no sé qué hago aquí aguantando tonterías». Lo de los cerdos se supone que iba por algunos aspirantes, pero no se aclaró.
Se dio por hecho que ella sería la expulsada. Pero, relajada, tras haber soltado todas sus verdades, cocinó estupendamente y fue una de las dos mejores de la prueba. La eliminada fue, dicho está, Choco.
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