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Carlos Sainz durante su visita a El Hormiguero

Carlos Sainz durante su visita a El HormigueroAntena 3

La anécdota de Carlos Sainz en El Hormiguero: fue a un restaurante con un Ferrari y se volvió con otro por error

El piloto, en la previa del Gran Premio de España, también se ha pronunciado sobre su salida de Ferrari y «lo mal que le sentó»

Carlos Sainz, una figura destacada en la Fórmula 1 y hijo del legendario Carlos Sainz, ha compartido sus experiencias y desafíos en el programa El Hormiguero de Antena 3, presentado por Pablo Motos, donde ha sido el primer invitado de la semana. A pesar de tener una semana crítica con el inminente Gran Premio de España, Sainz hizo un hueco en su apretada agenda para charlar sobre su vida y carrera.

Durante la entrevista, Sainz habló sobre la dificultad de equilibrar su agenda, repleta de eventos, entrenamientos y carreras, con su vida personal. Con humor, comentó: «Ni siquiera sé si tengo casa ahora mismo». Expresó su deseo de llegar «lo más preparado posible, a tope de motivación, con las pilas cargadas» para la próxima carrera, aunque reconoció que las obligaciones con la prensa y los patrocinadores pueden ser agotadoras. «En estos días de descanso he venido a El Hormiguero y trataré de entrenar, pero no muy intensamente para no cansarme».

El futuro de Sainz en la Fórmula 1 es incierto, ya que Ferrari ha decidido no continuar con él después de esta temporada, optando por incorporar al siete veces campeón mundial Lewis Hamilton y mantener a Charles Leclerc. Sainz admitió que esta decisión fue difícil de aceptar. «A nadie le gusta que le dejen. Me dejaron en febrero y obviamente me sentó mal», confesó. Sin embargo, se mostró optimista y determinado a seguir luchando por ser campeón del mundo, asegurando que otras oportunidades surgirán.

En la charla, Sainz compartió una anécdota divertida sobre un coche Ferrari de calle, un privilegio contractual con la escudería italiana. Durante el Gran Premio de Miami, tras una cena, se llevó accidentalmente el coche de otro comensal debido a una confusión con las llaves. Afortunadamente, ambos vehículos eran Ferraris de alquiler de la Scuderia, lo que evitó mayores problemas.

Pablo Motos también abordó un momento serio de la temporada pasada: el incidente de la tapa de alcantarilla en el Gran Premio de Las Vegas. Sainz explicó que la tapa, succionada por el efecto suelo de otro monoplaza, dañó gravemente su coche y le provocó una compresión en la espalda. A pesar de los esfuerzos de los mecánicos para reparar el coche, Sainz se quejó de los diez puestos de sanción impuestos por cambiar el motor.

Además, Sainz habló sobre la importancia de mantener un peso específico para optimizar el rendimiento del coche. Explicó que si el coche tiene exceso de peso, los pilotos intentan adelgazar para compensar y colocar ese peso en áreas estratégicas del vehículo. Esto implica que no puede disfrutar de sus comidas favoritas con frecuencia. «Soy muy hamburguesero, pizzero y me gusta la pasta. En ese orden», reveló, añadiendo que intenta permitirse una hamburguesa a la semana, o a veces dos, sacrificando otras comidas del día para disfrutar de un festín nocturno.

Por último, Motos preguntó a Sainz si sentía el apoyo del público mientras corría a 300 kilómetros por hora. Sainz respondió afirmativamente, destacando que el verdadero calor de la afición se siente al llegar al circuito, con cientos de personas animándolo. «Han madrugado solo para darte ánimos», afirmó. Durante la carrera, suele saludar a la grada al salir de boxes, aunque no está seguro de si los aficionados ven su gesto.

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