Una película de Alexander Payne que nos hace sentir como niños. En los 70 en Nueva Inglaterra, un alumno problemático (Dominic Sessa) se ve obligado a permanecer todas las vacaciones de Navidad en el instituto porque su madre se va de viaje con su nueva pareja. Su amargado profesor (Paul Giamatti), un hombre solitario, se quedará con él para vigilarlo. La cocinera (Da'Vine Joy Randolph), devastada por la reciente muerte de su hijo en Vietnam, también pasará las fiestas en el instituto. Una relación muy especial florecerá entre los tres nuevos amigos, quienes aprenderán a ver más allá de sus propias perspectivas, como han hecho hasta ahora.