Cine
Arnold Schwarzenegger paga un dólar al año por quedarse con este preciado objeto de una de sus películas
Se ha convertido en una pieza invaluable en el armario del exgobernador de California
Arnold Schwarzenegger ha demostrado que su habilidad para salvar el mundo en pantalla se extiende a conseguir lo que quiere en la vida real. El exgobernador de California y estrella de acción ha revelado que, además de embolsarse la jugosa cifra de 25 millones de dólares por su papel en Batman y Robin (sí, la misma película que se convirtió en el chiste recurrente en las cenas de los críticos de cine), también logró quedarse con uno de los trajes más congelantes de la historia del cine: el de Mr. Freeze.
Para los no iniciados en el mundo de los cómics, Mr. Freeze es un villano cuyo verdadero nombre es Victor Fries, un brillante científico especializado en criogenia, el estudio de las bajas temperaturas para preservar personas y objetos. Su traje de refrigeración le otorga fuerza y durabilidad sobrehumanas y tiene un diseño metálico y futurista que imita el hielo o el acero, con un color predominante de azul claro o plateado. El traje incluye un casco grande, a menudo con un visor o cristal en la parte frontal, y es conocido por sus luces de alta tecnología que brillan como si fueran estrellas de hielo.
En la película Batman y Robin, dirigida por Joel Schumacher y protagonizada por George Clooney y Uma Thurman, Schwarzenegger ha dejado su marca en el mundo real con una anécdota peculiar. Según fuentes cercanas a la producción, Schwarzenegger negoció con Warner Bros. un acuerdo que no solo le permitió llevarse el traje de Mr. Freeze, sino que también lo obtuvo por la módica suma de un dólar al año.
¡Así es! Un dólar anual, lo que equivale a menos de lo que cuesta una botella de agua en el cine. El productor Peter MacGregor-Scott explicó el complicado proceso de la industria cinematográfica: «Muchos de los decorados se doblan y se guardan para que estén disponibles para la siguiente película si es necesario. No nos quedamos con la cueva, porque la cueva era difícil de conservar. Todos los trajes de Batman sin usar, todo el vestuario guardado. A los actores les gustaría irse con piezas, y tenemos que tener mucho cuidado de que eso ocurra lo menos posible».
En el mundo del cine, las ofertas como la de Schwarzenegger son tan raras como una película de Batman que no sea criticada. Batman y Robin (1997) se ha ganado su lugar en los anales del cine no solo por su trama y su elenco estelar, sino por su estatus como una de las entregas más criticadas de la saga. Con un puntaje promedio de 28 sobre 100 en Metacritic, es un brillante ejemplo de cómo no todo lo que brilla es oro, o en este caso, hielo.
A pesar de las críticas, Schwarzenegger no dejó que las opiniones negativas enfriara su entusiasmo. Equipado con luces que supuestamente pueden durar hasta 9.000 horas, el traje se ha convertido en una pieza invaluable en su armario.