La película que Robin Williams no querría que vieras

Siempre que Robin Williams protagonizaba una comedia, los involucrados sabían que la mejor forma de sacar lo mejor de la estrella era dejarlo ser él mismo, con sus improvisados riffs que lo convirtieron en una leyenda dentro y fuera de la pantalla.

No tenía sentido contratar a Williams y luego atarle las manos a la espalda cuando el objetivo era que el público se llorase de risa cuando acudiese a las salas de cine. La gran virtud de Williams es que también era capaz de hacernos llorar de tristeza. Cuando llegaba el momento de ponerse serio, se apegaba a las palabras escritas en guion y era tan formal como lacrimógeno.

Fruto de su gran capacidad interpretativa, nacieron obras maestras de la talla de Jumanji, Hook, El club de los poetas muertos o El indomable Will Hunting. Sin embargo, no todas sus películas tuvieron el éxito que estaba previsto. El drama fantástico de 1998 Más allá de los sueños fracasó en taquilla tras no haber logrado recuperar su presupuesto de producción en taquilla. Y eso que ganó un premio de la Academia a los Mejores efectos visuales, pero la recepción público fue cuanto menos lamentable, al despreciarla por completo por su falta de sustancia.

En esta adaptación de la novela de Richard Matheson, Williams interpreta a Chris Nielsen, un médico que muere en un accidente de coche y se embarca en un viaje por el mundo espiritual. Su nueva realidad puede ser lo que él quiera, pero cuando su mujer se suicida y es condenada al infierno, se embarca en un peligroso viaje al inframundo para salvar su alma y las de sus hijos, que también había fallecido.

El director Vincent Ward filmó un final fiel al libro, en el que Chris y su esposa Annie tienen la garantía de volver a encontrarse en sus vidas reencarnadas, pero ella se verá obligada a pagar por sus pecados anteriores muriendo joven y dejándolo viudo antes de reunirse en el cielo, donde viven una vida plena y feliz juntos.

Pese al final feliz, al público no le convenció que todo pareciera demasiado forzado, pulcro y empalagoso, algo con lo que Williams estaba totalmente de acuerdo. «Más allá de los sueños podría haber sido extraordinaria», se lamentó ante Matt Mueller. «Pero luego se pusieron ansiosos y comenzaron a hacer proyecciones de prueba, algo totalmente desaconsejable con una película así».

Williams admitió que esas proyecciones de prueba fueron la razón por la que «terminamos con este final demasiado feliz después de tanto sufrimiento» y el principal motivo por el que siempre calificó Más allá de los sueños como «una película que la gente ama o desprecia».

El protagonista evidentemente creyó que estaba bien con un toque más de ambigüedad, pero la insistencia del estudio en enviar a la audiencia a su casa con lágrimas de felicidad tuvo un efecto contraproducente cuando no fueron suficientes los que acudieron a ver la película en la pantalla grande.