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Peter Cushing fue recreado digitalmente para la película Rogue One: una historia de Star Wars

Peter Cushing fue recreado digitalmente para la película Rogue One: una historia de Star Wars

Cine

Disney será demandada por un actor que lleva 30 años muerto

La compañía recreó digitalmente sin permiso a Peter Cushing en Rogue One: una historia de Star Wars

El uso de CGI (imágenes generadas por computadora) para revivir digitalmente a actores fallecidos ha revolucionado el cine, pero también ha generado controversias éticas y legales. Este recurso permite crear efectos visuales complejos, personajes digitales y entornos virtuales que serían difíciles o costosos de filmar en la realidad. Un ejemplo notable de esta tecnología es la recreación de Peter Cushing en Rogue One: una historia de Star Wars (2016), donde volvió a aparecer como el comandante Tarkin, personaje que interpretó en la película original de 1977. Si bien la intención de esta recreación era mantener la coherencia narrativa de la saga y rendir homenaje a Cushing, fallecido en 1994 a los 81 años, todo ha resultado en una batalla legal que cuestiona los derechos de imagen de actores fallecidos.

El conflicto se centra en los contratos firmados por Cushing antes de su muerte en 1994. Tyburn Film Productions, empresa con la que Cushing tenía acuerdos, ha demandado a Lunak Heavy Industries (UK) Ltd, una filial de Disney, alegando que estos contratos establecían restricciones claras sobre el uso de su imagen después de su fallecimiento. Según Tyburn, y tal y como recoge The Times, Disney no habría obtenido el permiso adecuado para recrear digitalmente al actor en Rogue One, lo que viola los derechos contractuales establecidos por Cushing. En respuesta, Disney sostiene que el contrato original de Cushing para La guerra de las galaxias: Una nueva esperanza (1977) les otorgaba los derechos necesarios para utilizar su imagen en futuros proyectos, sin necesidad de autorización adicional.

Lucasfilm y Lunak Heavy Industries también argumentan que contaban con el consentimiento de los ejecutores del testamento de Cushing, quienes habrían recibido un pago por permitir el uso de su imagen. A pesar de esto, en diciembre de 2023, un juez determinó que la demanda de Tyburn tenía fundamentos suficientes para proceder, lo que ha llevado el caso a juicio. Este conflicto legal no solo pone en tela de juicio los límites de la tecnología en el cine, sino que también aborda cuestiones éticas relacionadas con el uso de la imagen de personas fallecidas sin un consentimiento explícito previo.

El debate en torno al caso de Cushing se extiende a otras situaciones similares, como la recreación digital de Carrie Fisher como la princesa Leia en la misma película. Fisher, quien falleció antes del estreno de Rogue One, también fue revivida digitalmente en la película, lo que generó críticas y preguntas sobre si estas recreaciones cruzan una línea entre homenaje y explotación. La creciente dependencia de CGI para revivir actores fallecidos plantea interrogantes sobre cómo se gestionan los derechos de imagen postmortem, la necesidad de acuerdos claros y las implicaciones legales y éticas de utilizar la tecnología para «resucitar» a personajes icónicos.

Aunque la tecnología ha permitido innovaciones asombrosas en la industria cinematográfica, también ha abierto un terreno resbaladizo en cuanto al respeto a la imagen y los derechos de los actores fallecidos. El caso de Peter Cushing, entre otros, alerta sobre la necesidad de un marco legal más sólido que regule el uso de CGI en estos contextos.

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