Cine
Schwarzenegger estuvo muy cerca de no ser 'Terminator'
Con un presupuesto bajo, la película recaudó un total de 78 millones de dólares en ventas
Si mencionamos Terminator, automáticamente vienen a la mente tres cosas: Arnold Schwarzenegger, un futuro apocalíptico dominado por máquinas, y frases icónicas que ya son parte del vocabulario popular. «I'll be back» y «Sayonara, baby» no solo definen a un personaje, sino que también transformaron a James Cameron, el rey del blockbuster, en una leyenda del cine. Pero, ¿sabías que Cameron no quería a Schwarzenegger como Terminator al principio? Así es, el propio Arnie casi se queda fuera del papel que definiría su carrera.
En sus inicios, Cameron tenía una idea muy distinta de lo que quería para el cíborg asesino. El director más taquillero de todos los tiempos imaginaba un Terminator más discreto, alguien que se camuflara entre los humanos y no llamara la atención. Es decir, todo lo contrario a un musculoso austriaco de 1.88 metros con una mandíbula cincelada.
«Creo que muchos cineastas, especialmente los que hacen su primera película, se quedan muy, muy estancados en una visión, debido a la inseguridad», admitió Cameron. Y es que el director confesó en una entrevista con Empire que «no encajaba con nuestra visión original». La idea inicial era darle el papel a Lance Henriksen, mientras que Arnold sería uno de los «buenos».
«Estoy orgulloso del hecho de que no nos quedamos tan estancados como para no poder ver cómo podría funcionar con Arnold. A veces, cuando miras hacia atrás, desde un punto de vista privilegiado, podríamos haber hecho una pequeña película genial... y no habría sido nada si no hubiéramos tomado esa decisión», admitió el director. Gracias a esa flexibilidad, no solo tenemos una película, sino una saga que ha inspirado secuelas, videojuegos y hasta memes.
Ahora, por más exitosa que fue, Cameron no considera a Terminator como una obra perfecta. Lejos de ser un «Santo Grial» del cine, según el director, «hay partes que son bastante vergonzosas», señala, refiriéndose a los recursos limitados que tenían en 1984. Pero eso no incluye los diálogos, que han sido criticados a lo largo de los años. Cameron, sin pelos en la lengua, responde: «No me avergüenzo de ninguno de los diálogos. Déjame ver tus tres de las cuatro películas más taquilleras, luego hablaremos de la efectividad del diálogo».
Y si aún no estás impresionado, vamos a hablar de números: Terminator fue la película con la que nadie apostaba. Con un presupuesto de apenas 7 millones de dólares, Cameron y su equipo lograron un milagro. Solo en su primer fin de semana ya había recaudado casi 5 millones, y cuando todo terminó, la cinta se fue con más de 78 millones de dólares bajo el brazo.
Para Schwarzenegger, Terminator no fue solo una película, fue su trampolín al estrellato. «Es mi película favorita», dijo en alguna ocasión, porque fue la que lo convirtió en la gran estrella que es hoy. Aunque Terminator 2: El juicio final fue la más taquillera de la saga, para Arnie, nada superará ese primer encuentro con la máquina asesina que le cambió la vida, y nuestras vidas también, porque, seamos sinceros; ¿Quién no ha intentado decir «I'll be back» con su mejor voz de Terminator?