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'Machos Alfa', la serie que enseña a Sumar cómo deconstruir la masculinidad de Errejón
La serie creada por los hermanos Caballero sobre cuatro machirulos que intentan dejar a un lado su masculinidad tóxica es un reflejo de las proclamas de Sumar
Hace casi dos años, los hermanos Laura y Alberto Caballero, directores de éxitos como Aquí no hay quien viva o La que se avecina, estrenaron Machos Alfa. Cuentan la historia de cuatro «machirulos» que inician un proceso de deconstrucción de su masculinidad tóxica. Temas como el machismo, el feminismo y el patriarcado son algunos de los pilares sobre los que se sustenta la trama se la serie, abordados con un tono humorístico.
Los cuatro protagonistas cuarentones a los que dan vida Fernando Gil, Raúl Tejón, Gorka Otxoa y Fele Martínez se sumergen en la segunda temporada, estrenada el pasado 9 de febrero, en un proceso para dejar de lado su masculinidad tóxica. Acuden a unas charlas especiales sobre el tema, pero la teoría es difícil de llevar a la práctica.
Según Fernando Gil, que da vida a un directivo televisivo que pierde su trabajo y cuya relación con una influencer (María Hervás) no pasa por su mejor momento, «la serie enfrenta a los machos ibéricos a la época de la mujer empoderada y los ves intentando reinventarse para encajar en esta sociedad nueva y en la que están fuera de tiesto».
Cuestiones como la igualdad de sexos y las citas de Tinder pasan a ser debatidas en la serie. También se abordan otros asuntos como el acoso sexual, el consentimiento y el acceso de los jóvenes a la pornografía.
Lo que resulta curioso es que, después de toda la información que ha salido sobre Íñigo Errejón estos últimos días, el ya exdiputado de Sumar podría ser perfectamente un protagonista de Machos Alfa. Visto lo visto, cumple con todos los requisitos.
El machismo, el feminismo y el patriarcado son términos que se repiten continuamente en los discursos del partido político Sumar. Yolanda Díaz y a Urtasun, como antes el propio Errejón, se autoproclaman los representantes de la lucha contra la masculinidad tóxica. Errejón es el claro ejemplo de «consejos vendo que para mí no tengo». En su discurso dice una cosa, pero fuera de la tribuna se dedica a otras muy distintas que han salido a la luz en los últimos días.