Televisión
Nacho Mangut, tras su adiós a 'Pasapalabra': «La peor experiencia de mi vida, no se la deseo a nadie»
El concursante denuncia «los mensajes diarios llenos de insultos, faltas de respeto, amenazas y malos deseos» que ha recibido
Nacho Mangut, uno de los concursantes más emblemáticos de Pasapalabra, y que ejerce como profesor de Secundaria, ha revelado el infierno personal que vivió durante su última participación en el programa. Lo que parecía una oportunidad única de regresar y disfrutar de su pasión por el concurso se transformó en «la peor experiencia» de su vida. Después de medirse en La Silla Azul contra Alberto Rodríguez, un nuevo contrincante al que no dudó en describir como «el mejor aspirante» que había pasado por la prueba en mucho tiempo, Nacho Mangut se despidió del programa. Su salida estuvo marcada por un amargo desengaño, un precio emocional devastador que Mangut describió como «la peor experiencia de mi vida».
En un comunicado abierto y sincero en redes sociales, el ya exconcursante relata: «Esta nueva etapa en Pasapalabra me llegó de manera inesperada y me dejó un sabor agridulce». Su recorrido de 59 programas, con un premio acumulado de más de 44.000 euros y múltiples reconocimientos por su habilidad, terminó mostrando el lado más oscuro de la fama. Nacho Mangut confesó haber experimentado «la otra cara de la exposición pública», y lo que encontró al otro lado fue desolador. «En los 12 años que llevo concursando, nunca había vivido algo así, y no se lo deseo a nadie. Recibí ataques constantes, ya fuera por ganar, perder o empatar, por hablar o guardar silencio, por mi aspecto físico o simplemente por mi forma de ser», relató con dolor. Lo que para muchos es una oportunidad de oro se transformó para el profesor en una pesadilla de acoso y crueldad.
La tormenta de odio fue tan intensa que el concursante llegó a recibir «decenas de mensajes diarios llenos de insultos, faltas de respeto, amenazas y malos deseos», un acoso despiadado que expuso el altísimo costo de la fama en la era digital. «Nunca imaginé que ser concursante de un programa de televisión me pondría en el centro de tanto odio», compartió con amargura, mientras intentaba comprender cómo su participación en un concurso de preguntas podía desatar semejante virulencia. Los ataques no solo cuestionaban su habilidad, sino que pronto alcanzaron un nivel personal y cruel. «Es difícil entender cómo personas que no te conocen pueden llegar a ser tan crueles», reconoce.
Ante la tormenta de odio, Nacho recibió también una oleada de apoyo de sus seguidores y compañeros. Roberto Leal, presentador de Pasapalabra, fue uno de los primeros en enviarle un mensaje de ánimo. Leal le recomendó «practicar la indiferencia total hacia cualquier comentario irrespetuoso o malintencionado», reconociendo, sin embargo, que esta es una tarea difícil cuando el acoso es implacable. El presentador le recordó con cariño que siempre sería el primer concursante de esta nueva etapa del programa, mostrando el respeto y afecto que Mangut ha cultivado a lo largo de los años.
A pesar de este respaldo, Nacho Mangut no ocultó el impacto emocional que había sufrido. «Pasapalabra es una oportunidad increíble y he aprendido muchísimo, pero esta vez el precio emocional ha sido muy alto», admite. Aunque los ataques lo desgastaron, también quiso resaltar lo positivo, agradeciendo el haber conocido a personas excepcionales en el programa y el haber aprendido de cada desafío.