El rotundo «no» de Pablo Motos a Karla Sofía Gascón en 'El Hormiguero'

La entrevista de este jueves en El Hormiguero dejó una estela de tensión en el plató, y es que la actriz Karla Sofía Gascón llegó con una energía que se sintió desde el primer momento. La conversación, conducida por un Pablo Motos que se esforzaba por mantener el control de la situación, derivó en una actitud excesivamente intensa, surrealista e incómoda por parte de la actriz trans.

Karla Sofía Gascón, premiada en el Festival de Cannes junto a sus compañeras de reparto en la película Emilia Pérez, dio la nota desde el primer saludo al criticar el volumen de la música de bienvenida. «Tenéis la música muy alta. Bajadla un poco, ¿no? Que vengo de avión, tengo jet lag», soltó, en un comentario que dejó claro que la noche iba a ser, cuanto menos, movida.

Desde el inicio, Pablo Motos intentó indagar en la experiencia de Gascón como mujer trans en el mundo del cine. Sin embargo, la actriz cortó con la etiqueta y no dudó en aclarar: «Soy una mujer que ha transicionado, pero soy una mujer. No me gustan los adjetivos». A pesar de sus intentos, Motos no logró conectar del todo con la entrevistada, y ante preguntas sobre el discurso de agradecimiento que Gascón dio en Cannes —en el que mencionó el odio sufrido por personas trans— la actriz se mostró molesta. «La humanidad es asquerosa. Siempre hacen lo mismo. Cuando no los judíos, que tienen que estar en campos de concentración, cuando no, negros en los campos de algodón», lanzó Gascón en un tono que dejaba claro su cansancio ante preguntas que, según ella, «van siempre por lo mismo».

La entrevista fue subiendo de tono cuando la artista reveló las amenazas de odio que ha recibido: «He sufrido tanto odio que hasta me han mandado mensajes en México diciendo: 'vas a aparecer en una bolsa de plástico descuartizada, hija de p***'». Motos, intentando mostrar empatía, le pidió que no se enfadara, a lo que ella respondió: «No estoy enfadada contigo; estoy enfadada con el mundo». La tensión alcanzó tal punto que, cuando Motos insistió en conocer más sobre su experiencia, la actriz le interrumpió diciendo: «es que estoy bebiendo mucho whisky». «Estás imposible. No voy a seguir haciéndote preguntas, habla tú de lo que te dé la gana», acabó por decir Pablo Motos.

Pero la velada no terminó ahí. Al final de la entrevista, Gascón pidió unirse a la mesa de tertulia junto a Juan del Val, Tamara Falcó, Nuria Roca y Cristina Pardo, a lo que Motos respondió con un rotundo: «No, no, no». Ante la insistencia de Gascón, Motos mantuvo su negativa, cerrando la noche con una tensión palpable.

La respuesta de Gascón no se hizo esperar. En redes sociales, se mostró despreocupada y hasta desafiante: «No tengo nada en contra de El Hormiguero ni de Pablo Motos. Ni fui a reventar nada, fui a divertirme», aseguró, aunque añadió: «Como siempre digo, conmigo siempre se toman dos tazas». Lejos de mostrarse afectada por la tensión, escribió: «Esta gente no sabe lo que ha hecho, han metido un tigre en el gallinero», dejando claro que estaba preparada para cualquier polémica. En un guiño a la situación, citó a Rambo: «A lo que tú llamas infierno, yo le llamo hogar».

La actriz también lanzó un mensaje desafiante a sus detractores: «Estáis acostumbrados a que nadie conteste vuestra falta de respeto, vuestro odio… conmigo no vais a poder». La noche en El Hormiguero fue, en resumen, una muestra de la energía inagotable de Gascón, quien aseguró que seguirá «cosechando éxitos» mientras sus críticos «seguirán rabiando como zombis en la puerta del corral».