La historia real detrás de 'Asalto al Banco Central': ¿atraco o encargo por un maletín con documentos del 23-F?
Netflix acaba de estrenar su serie de cinco capítulos basada en hechos reales
El asalto al Banco Central de Barcelona fue perpetrado el 23 de mayo de 1981 por once atracadores, tres meses después del 23-F; hoy, transcurridos 43 años, continúan varias preguntas sin respuesta: ¿un intento de atraco excepcional? ¿Un encargo para robar un maletín de la caja fuerte que contenía documentación reservada y clave del 23-F? ¿Por qué en el sumario han desaparecido varias hojas con nombres importantes?
Se grabó una película en el año 1983, protagonizada por José Sacristán. Las críticas fueron desastrosas. No funcionó. TVE elaboró un documental con declaraciones de los protagonistas y ahora Netflix ha lanzado una serie de cinco capítulos sobre el asalto al Banco Central de Barcelona.
¿Qué ocurrió durante las 36 horas en las que los atracadores secuestraron a 325 personas, clientes y empleados, y amenazaron con matar a cinco personas cada cierto tiempo? Los delincuentes entraron pegando tiros al techo, según su cabecilla Juan José Martínez Gómez, alias el Rubio, dejó en una cabina telefónica una nota que encontró la Policía, con las exigencias de la banda: «Liberación inmediata del teniente coronel Antonio Tejero Molina y tres militares más participantes en el 23-F con un avión en Barajas para salir hacia Argentina. Si no se les saca de la cárcel, volaremos al banco. Otro avión en el aeropuerto de El Prat para nosotros».
Esta petición generó un estado de nerviosismo en el Gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo, convencidos de que era un «movimiento militar». Aramburu Topete, director de la Guardia Civil, cuenta que «me llamó Calvo Sotelo y me dijo: 'vete a Barcelona, con todos los poderes y haz lo que te dé la gana'».
En el interior del banco se necesita comida y medicinas. El Rubio permite una salida y la entrega de víveres por la Cruz Roja. El cajero, amenazado de muerte, abre la caja fuerte y el cabecilla ordena que se saque todo el dinero y se amontone en el salón… ¡Más de quinientos millones de pesetas! Uno de los secuestradores se sube a lo alto del montículo y se fuma un cigarro, con foto para la posteridad.
La caja fuerte, según el Rubio, contiene un maletín con documentos secretos del 23-F que es supuestamente el encargo que les ha llevado a asaltar el banco y por el que les han prometido cien millones de pesetas a cada uno. Ese maletín sale del banco en la primera entrega de rehenes a la Policía. El responsable de los GEOS niega esta posibilidad.
Fuera, los nervios crecen porque las autoridades piensan que quien dirige la operación del asalto es el militar Gil Sánchez Valiente, vinculado al 23-F, algo que se desmintió, pero vinculan a este personaje con su fuga a Londres y la posibilidad de llevarse el famoso maletín.
Con un gobierno dubitativo y creyendo que la extrema derecha está detrás del atraco, un jefe de la Guardia Civil llama al Rubio, y le dice: «Tejero se niega a salir de España». Y yo, dice el Rubio, le respondo: «Yo no hablo con traidores».
Los GEOS han acordonado el Banco Central y por las cloacas van entrando en el edificio. Los secuestradores intentaron huir abriendo un boquete en una pared del sótano, pero no hay hormigón, es piedra. Y fallan en la perforación.
Un francotirador dispara sobre un secuestrador que había aparecido en el tejado y por esa zona entran los GEOS al interior. El Rubio dio la orden de cambiarse la ropa con los rehenes y así escapar camuflados. Fueron momentos tensos y el Rubio fue detenido de inmediato: su ficha policial decía que era anarquista. Y Aramburu, director de la Guardia Civil, respiró tranquilo. Declaró a la prensa que «eran un grupo de macarras, chorizos y anarquistas».
Calvo Sotelo, en el Congreso, dijo: «¿Quién está detrás de estos hechos?». Las dudas continúan. Juan José Martínez, el Rubio, en su primera declaración, manifiesta: «El asalto se produce porque el día 26 de marzo contacta con un tal Antonio Luis, de tendencia ultraderechista, en Perpiñán y le propone un golpe de fuerza en solidaridad con…». Aquí finaliza esta parte. Han desaparecido varias hojas del sumario. Según el Rubio, «el general Manglano es el que le ofrece el dinero si recupera el maletín». Varios de los secuestradores dicen que el Rubio fabula mucho. En su segunda declaración cambia todo el contenido, dice que «por recomendación». En la actualidad mantiene su teoría del maletín. Las dudas se mantienen.